29 may 2014

LO IMPOSIBLE


Si hay que responder algo que te parece imposible hacer, supongo que la mayoría pensaríamos en seguida en algo como subir el Everest (o el Mont Blanc), correr un maratón (o dos) o yo que sé, dar la vuelta al mundo en bicicleta. O si nos ponemos más "trascendentales" muchos dirían criar a un hijo o conquistar a esa chica.

¿Pero hace falta ir tan lejos?

Me preguntaba una buena amiga hace unas semanas si estoy en una época "más reflexiva". Y lo decía tras haber leído algunos de mis últimos posts.

Contesté que no, pero cogí ese hilo y tiré de él.

He repasado algunos de los últimos posts y puede parecerlo: que si la vida, que si la pelea y tal, pero ¿sabes lo que pasa? Uno se va lejos con más o menos miedo, con más o menos ilusión imaginando que la vida será todo aventura, sorpresas y días extraordinarios. Pero antes o después descubres que aquello que hace unos meses pensabas que era imposible, lo ha invadido todo: tener una rutina en Inverness

Y claro, tampoco tengo tantos bolis de los que hablar.

Es curioso, en realidad el vacío al que más me cuesta acostumbrarme es algo que nunca llegué a tener.

12 may 2014

UN BOLI BIC Y UNA BIBLIOTECA

El otro día se me acabó la tinta de un boli BIC.

Este hecho insignificante en sí mismo, me hizo darme cuenta de que pocas veces he llegado hasta el final de un boli. Nunca he sabido muy bien cuál seria la vida media del mismo, no sé si porque yo siempre he sido tirando a vago o porque tampoco me he distinguido por el orden en mi vida. Quizá sean las dos.

Por si fuera poco, quitando una (o dos) cartas que he escrito con él, lo he usado solo en inglés. Será una tontería, pero yo aun no me lo creo aunque eso sí, espero que llegado el momento se note.

Esta (estúpida) anécdota me sirve para contar cómo es la biblioteca en la que suelo estudiar, porque es muy probable que sea la biblioteca más rara de Europa. Es sin ninguna duda la biblioteca más rara de las que yo he estado con mucha diferencia.


Que haya diferentes horas de apertura y cierre en función del día de la semana es algo habitual en este país, no entiendo cuál es la función de esto pero cada día de la semana muchos comercios abren y cierran a una hora distinta. Más de una vez rocé quedarme sin cenar por ello. Ahora ya lo tengo mejor controlado.

Podría continuar diciendo lo extraño que resulta que en una biblioteca no haya wifi, pero es que no tiene baños, ¡que no hay servicios! así que lo del wifi es mera anécdota. A mi, un edificio público sin baños me tiene loco. Poco después de que un día preguntara por ellos, aparecieron ca
rteles que te avisan que los más cercanos están en la estación de autobuses (en los que hay que pagar 0,30 por usarlos).

Relacionado con el tema del wifi (aunque sin baños ya casi no tenga sentido) hay otra norma que llama la atención: si vas con tu portátil no puedes usar los enchufes del edificio. Lo que te dure la batería. Y gracias. (Las gracias en este país no faltan nunca).

No es una biblioteca muy concurrida lo que hace que tenga ya controlada a la fauna habitual que la solemos usar. Y aquí es donde me choco con mis limitaciones como escritor, no alcanzo a describirlo porque es para vernos.

Están los que no tienen oficio ni beneficio y se pasan un par de horas cada día en los ordenadores jugando online. Luego hay una mujer que llega todos los días a las 12, coge 2 libros, se sienta y se dedica a pasar las hojas mirando las imágenes durante 15 minutos; luego se levanta y se va. 

Un elegante señor mayor que llega aparece cada tarde y está tranquilamente con libros escribiendo algo hasta que llega una mujer y se ponen a discutir; luego la mujer se sienta en un ordenador y escribe como lo hace la gente con experiencia: usando solo los índices. Aparece muy a menudo también un hombre que es clavado al actor Javier Cámara (aquél que hacía de Paco en 7 Vidas) y a mi me da la risa.

Y luego estoy yo que a saber la imagen que doy.


Son ya algunas horas en la biblioteca "entrenando" para conseguir superar la prueba de de Junio pero también para mejorar la situación en la que vivo. Supongo que hay métodos mejores (empezando por estar un poco más centrado y no tener analizada la fauna bibliotecaria) pero el que yo sé es este. Echar horas y horas.

Roma no se construyó en un día. Inverness es más pequeña.

8 may 2014

CRÓNICAS SOCIALES DESDE EL MÁS ALLÁ (II): REFERENCES


Ha pasado bastante tiempo ya desde que tuve la oportunidad de escribir en este blog por primera vez. Desde luego que mi intención era aportar algún post más. No ha podido ser y, pese a todo, aquí vuelvo.

Hace unos meses contaba que estaba a punto de empezar un voluntariado en un centro de menores en Inverness (Escocia) pero mucho han cambiado las cosas desde entonces. Estaba en principio todo pendiente de que consiguiera mi criminal records y reunirme por segunda vez con el responsable del centro.

sigue

3 may 2014

NI MÁS NI MENOS

Yo siempre he sido un poco autista. He necesitado de mis secuencias y mis rutinas para funcionar en el día a día. Bueno, lo que se dice funcionar es bastante cuestionable que lo haya conseguido durante algún tiempo. Quizá sería más correcto decir vivir.

Estas rutinas mientras ayudan a llevar el día a día por un lado; por el otro limitan la existencia, ya que suele ser difícil salir de ellas. Desde hace algunos meses todas mis secuencias han saltado por los aires y claro, es un follón.

Uno de mis rasgos autistas tiene que ver con la lectura. He sido casi incapaz de dejar un libro sin terminar pero no solo eso, también he sido incapaz de leer 2 libros a la vez, cuando alguien me comentaba que lo hacía, me parecía una marcianada.

Pues bien, esta semana me he sorprendido leyendo ¡3 libros a la vez en 2 idiomas distintos! Como para volverse loco, pero ahí estoy siguiendo el hilo de cada uno de ellos.

Vengo a contar esto porque entre tanto libro, se ha dado una de esas coincidencias que a mi tanto me gustan y de las que enseguida supe que saldría un post, aunque quizá la coincidencia esté más en mi cabeza; quién sabe.


En dos de los libros (ambos casos reales) sus protagonistas llegan a situaciones extremas en las que cualquier mínimo error significa "quedarse en el sitio" (nunca mejor dicho) incluso ese temido "fin" puede llegar sin error de por medio. Son situaciones extremas en las que hay muchos elementos que escapan de su control. Estoy hablando de lugares tan diferentes como la inmensidad del océano y 7000 metros de altura.

Los dos son grandes expertos en su situación tanto en experiencia (práctica); como en conocimiento (teoría); pero en ambos casos antes del momento clave, de tomar una decisión y pese a saber muy bien qué es lo que hay que hacer aparecen las dudas.

Sé lo que debería hacer, me lo han demostrado, lo entendí, lo he ensayado, incluso lo he hecho alguna vez en otra situación algo menos límite y vi muy claro que era la forma de salir de aquí pero... "y si".

Porque claro, en tierra firme con el oxígeno habitual todo se ve muy claro pero ahora llega el momento y estando en el filo, desaparece cualquier certeza y hasta el más experto es capaz de dudar hasta de dónde tiene su mano derecha.


Me gustó leer que los mejores también dudan ya que yo, como canta Quique González "tengo la fe pero tengo las dudas" y confieso que en ocasiones pienso en meter en un saco todos mis principios, llevarlos a algún lugar bien lejos y allí hacer una pequeña hoguera (que no dan para mucho más) con ellos que por lo menos me dé calor, aunque sea un rato. 

Y mientras pienso esto, a veces entro en Facebook y Twitter donde choco con tanta frase lapidaria, tantas reflexiones certeras y tanta seguridad; tantos planteamientos claros. Me veo superado.

Yo siempre he pensado que si por algo me caracterizo es por tener apenas dos o tres certezas en mi vida en los momentos de máximo esplendor, de esos de los que quizá hace ya algún tiempo.

Al final y pese a todo, reconozco que me alegro aunque es cierto que no estoy ni mucho menos subiendo el Everest ni naufragando en mitad del océano pero a mi pequeño nivel estoy mojándome y poniendo cada uno de mis miedos y certezas en práctica.

Ni más ni menos.