12 may 2014

UN BOLI BIC Y UNA BIBLIOTECA

El otro día se me acabó la tinta de un boli BIC.

Este hecho insignificante en sí mismo, me hizo darme cuenta de que pocas veces he llegado hasta el final de un boli. Nunca he sabido muy bien cuál seria la vida media del mismo, no sé si porque yo siempre he sido tirando a vago o porque tampoco me he distinguido por el orden en mi vida. Quizá sean las dos.

Por si fuera poco, quitando una (o dos) cartas que he escrito con él, lo he usado solo en inglés. Será una tontería, pero yo aun no me lo creo aunque eso sí, espero que llegado el momento se note.

Esta (estúpida) anécdota me sirve para contar cómo es la biblioteca en la que suelo estudiar, porque es muy probable que sea la biblioteca más rara de Europa. Es sin ninguna duda la biblioteca más rara de las que yo he estado con mucha diferencia.


Que haya diferentes horas de apertura y cierre en función del día de la semana es algo habitual en este país, no entiendo cuál es la función de esto pero cada día de la semana muchos comercios abren y cierran a una hora distinta. Más de una vez rocé quedarme sin cenar por ello. Ahora ya lo tengo mejor controlado.

Podría continuar diciendo lo extraño que resulta que en una biblioteca no haya wifi, pero es que no tiene baños, ¡que no hay servicios! así que lo del wifi es mera anécdota. A mi, un edificio público sin baños me tiene loco. Poco después de que un día preguntara por ellos, aparecieron ca
rteles que te avisan que los más cercanos están en la estación de autobuses (en los que hay que pagar 0,30 por usarlos).

Relacionado con el tema del wifi (aunque sin baños ya casi no tenga sentido) hay otra norma que llama la atención: si vas con tu portátil no puedes usar los enchufes del edificio. Lo que te dure la batería. Y gracias. (Las gracias en este país no faltan nunca).

No es una biblioteca muy concurrida lo que hace que tenga ya controlada a la fauna habitual que la solemos usar. Y aquí es donde me choco con mis limitaciones como escritor, no alcanzo a describirlo porque es para vernos.

Están los que no tienen oficio ni beneficio y se pasan un par de horas cada día en los ordenadores jugando online. Luego hay una mujer que llega todos los días a las 12, coge 2 libros, se sienta y se dedica a pasar las hojas mirando las imágenes durante 15 minutos; luego se levanta y se va. 

Un elegante señor mayor que llega aparece cada tarde y está tranquilamente con libros escribiendo algo hasta que llega una mujer y se ponen a discutir; luego la mujer se sienta en un ordenador y escribe como lo hace la gente con experiencia: usando solo los índices. Aparece muy a menudo también un hombre que es clavado al actor Javier Cámara (aquél que hacía de Paco en 7 Vidas) y a mi me da la risa.

Y luego estoy yo que a saber la imagen que doy.


Son ya algunas horas en la biblioteca "entrenando" para conseguir superar la prueba de de Junio pero también para mejorar la situación en la que vivo. Supongo que hay métodos mejores (empezando por estar un poco más centrado y no tener analizada la fauna bibliotecaria) pero el que yo sé es este. Echar horas y horas.

Roma no se construyó en un día. Inverness es más pequeña.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé si podré publicar este comentario.Pero son las reflexiones típicas del "sabio distraído", que ! Claro!es sabio antes que distraído , bueno también hay que tener tiempo para el ocio, y además ese ocio es barato

inma perales dijo...

Tiene un aspecto impresionante, en la foto, y luego ... sin servicios de ningún tipo