21 nov 2013

LA NIEVE Y UN AMIGO

Ahí al fondo, Cromarty
Hace un par de noches mientras me conversaba con mi nuevo amigo, el insomnio, que se presenta sin avisar alguna que otra noche, nos dimos cuenta de algo que a falta de un adjetivo más adecuado lo llamaré inquietante respecto a este blog.

Yo que como sabéis me gusta encontrar teorías y sacar conclusiones sobre las mayores chorradas existentes, conseguí hacer un perfil tuyo, querido lector. ¿Érroneo? Supongo, pero yo me lo creo.

Una de las herramientas del blog, permite saber cuántas visitas tiene cada entrada. Sois los que me leéis casi 30 fijos. Algunos posts pueden llegar a superar las 40 visitas, pero no es habitual. Como veis no es mucha gente así que más o menos sé quién me lee. 

Hay una coincidencia que no sé cómo interpretar. Este blog es una reunión de solitarios (toma oxímoron). Se de algunos amigos que me han leído de forma regular mientras estaban sin pareja y en cuanto la han tenido, lo han abandonado. A la inversa también ocurre. Si, ahora supongo que estarás con una sonrisa pensando que lo digo por ti, pero no. Esto solo demuestra que eres uno -una- más.


Luego están los que no me han leído nunca porque desde que está abierto el blog tienen pareja. Lo que significa más de 7 años. Ese dato me desconcierta por completo.


Incluso rizando el rizo, sé de alguna que otra ex novia que me leía -sí, esas cosas un bloguero las sabe- después de estar conmigo. Me parece el colmo, pero ¡eh! aquí es bien recibido todo el mundo. Faltaría más.

¿Qué puedo pensar?

Lo único que se me ocurre es que cuando tienes pareja, tienes menos tiempo para dedicarle a este tipo de cosas; lo que me lleva a otra conclusión ¿dedicar a leer mi blog el tiempo que le dedicarías a tu pareja? ¡Joder, que responsabilidad!



Que si hay alguna explicación mejor, soy todo oídos (ojos).


Todo esto, porque simplemente decir que ya ha nevado y yo le he disfrutado me parecía muy poco.

En cuanto vi que nevaba, me cambié, cogí el móvil y me fui a correr. No se me ocurría nada mejor.

18 nov 2013

UN DOMINGO CON HISTORIAS

Un día sin más, un Domingo cualquiera. Tres historias que contar.

1. Ayer era un día especial para Valencia. Sí, ese día que tanto cabrea a algunos por los cortes de tráfico pero que tan buenos recuerdos me trae a mí y tan imprescindible es en toda ciudad que se precie. 

Un día en que se juntan tantas ilusiones, trabajo y esfuerzo en los poco más de 42 kilómetros. Tantos amigos, conocidos y algún familiar estuvo ahí. Emocionante desde la distancia. Muchos recuerdos del año pasado acompañando en su debut a dos cracks y muchos recuerdos del que fuera hace más de 3 años mi debut

Por cierto, me quedó una crónica chula.


2. Cuando vine aquí no sabía ni cómo, ni cuándo, ni cuánto; pero tenía claro que quería seguir corriendo. A los pocos días, me di cuenta que un objetivo ambicioso pero factible era intentar correr la mitad de los días. Llevaba desde la primera semana persiguiéndolo. Ayer lo conseguí; ahora queda lo más difícil: mantenerlo. 

El día para lograrlo fue significativo.


3.  Hay días que se juntan muchas cosas. No es necesario ni tan siquiera que hagas nada. Son días que te atropellan.

Llegué a Escocia pensando que el país en el que más tiempo había estado sin salir -obviamente sin contar España si es que se consideramos España como país (tenía que decirlo, disculpas)- era India. No estaba muy seguro que fuese a superarlo. Fue ayer. Si queréis, podéis preguntar cómo lo he hecho, pero la verdad es que no tengo ni la más remota idea.

Hecho está.


PD: algún día haré esa lista de países, es curiosa.

14 nov 2013

RENUNCIAS

Hace algunos años, en una entrevista al cantante Iván Ferreiro mientras el periodista le insistía para que contara lo mal que lo había pasado en su profesión hasta llegar al momento actual, en el que goza de cierto éxito, él dijo: "no, yo no voy a hacer negocio del hambre".

Pensé que era una de las frases más inteligentes que había oído en mi vida. Me quedó grabada y la saco a pasear algunas veces.

Así que este post lo último que pretende es precisamente eso. Pero si yo aquí contara que todo es fantástico y maravilloso sería poco creíble. Y no.

Además creo que la vida va de una cosa: de elecciones. Y una elección -aunque muchas veces pretendamos obviarlo e incluso mitigarlo de alguna manera- implica una renuncia. Si no más.

Supongo que lo que escribo suena a obviedad -a mí me lo parece- pero tampoco está de más recordarlo de vez en cuando. Tengo esa sensación: intentamos olvidar que hay que renunciar, que siempre hay que renunciar a algo, queremos acapararlo todo y claro, al final se rompe el saco. 

Luego están las veces en que las renuncias son innegables. A mí se me ocurre un caso muy evidente.

Y hay veces que se hacen muy presentes las renuncias. Y duelen.

Duele saber que en menos de 3 semanas no podré estar en la toma de hábitos de Marta; una semana después me perderé la boda de David y María; duele el Ciutat, tener que ver solo en el ordenador al Levante; y al Depor; el río con cada mojón marcado en mis piernas; no poder animar a rabiar a todos (los conocidos) que correrán la maratón este Domingo; las medias que ya no serán; las series que te dejan sin aliento; Las cervezas con amigos; La Birra de Bryan; Max Max; Xúquer; Cánovas; Benimaclet; el pack ahorro; el cine D´or: los tróspidos; la paella del Domingo; mi bici; el enano dando por saco; saber si hubiese podido ser; dolerán los Reyes; el Roscón.

Porque pese a que ya sabía que no iba a poder olvidarte, de entre todos los nombres que hay en los más de 2000 kilómetros que nos separan, ESA maldita profesora se tenía que llamar como tu.

Todo mezclado con la incertidumbre. Ay.


No me hagan mucho caso, hay noches que uno vuelve a casa por una vieja calle.

PD: No hay de qué preocuparse, no echo de menos el calor. Ahí será grave.

10 nov 2013

EMOCIONES

Cuando uno está muy lejos y muy solo, tiende a evitar las emociones extremas. Bueno, no sé si eso es así en general. A mí me pasa. Evito subir demasiado alto, son muy bonitas las cumbres, lo sé, pero qué oscuros y duros son algunos valles. No pasa nada, es algo temporal.

Pero hay algunas emociones que llegan por sorpresa. Me pasó ayer viendo a Federer.

No, hoy no voy a hablar de Escocia. La ocasión lo merece.

Federer no ha tenido un buen año y quizá no lo vuelva a tener ya: no ha ganado ningún grande y viendo sus partidos, me fijo en su cara, sus gestos y Roger sufre. No es el Federer de hace unos años que parecía que flotaba sobre la pista, los años pesan y además ahora suele jugar contra gente con 10 años menos que son "toros".

Y cuando has sido el más grande ¿por qué seguir? Supongo que no hay una respuesta. Por lo menos no una lógica. Sospecho que es como aquel himalayista de principios del siglo XX que cuando le preguntaron porqué pretendía subir el Everest, respondió: "porque está ahí". Para Roger el tenis sigue ahí.

Sea lo que sea, el partido contra Del Potro fue una lección de lo que es un deportista: empezar los 3 sets perdiendo, remontar en los 3 en el último torneo de este año y de la forma que lo hizo... podría calificarlo de muchas maneras, pero simplemente diré una: me emocionó. Es un ejemplo.

Tengo la tentación de extrapolar todo lo que vi -siempre la tengo- más allá del deporte. Pero no lo voy a hacer por no estropearlo y como homenaje al más grande.

Hoy ha perdido contra Nadal, seguramente ya no volverá a estar entre los 3 mejores del momento. Da igual, yo valoro la valentía de seguir ahí: sufriendo, disfrutando y emocionándonos. Nos queda el privilegio de poder disfrutar de lo que quede de su irrepetible raqueta.

Gracias Roger.

Saludos!

4 nov 2013

AÚN CRECEN AMAPOLAS EN FLAND(INVERN)ES

Las cosas me van bien. Tan bien, que en algunos momentos asusta.

Quizá sea porque soy "un dramas"; por la costumbre -que son ya algunos años-; o porque uno nunca se acabo de tomar muy en serio a mí mismo -para lo bueno y para lo malo-, o porque aunque no me guste tengo mis propias manías o supersticiones. La cuestión es que cuando algo va bien me pongo a temblar. Bien es sabido que una buena racha no es más que la antesala de una mala y seguramente más larga.

Eso no impide que uno los disfrute. Creo.

Además, si hay algo que invoca el final de un buen momento, día, semana, racha o lo que sea es contarlo. Nada como hinchar un poco el pecho para que te llegue el puñetazo en el estómago, es algo matemático. 

Y pese a ello, sabiendo esto, aquí estoy contándolo, desafiando al destino. Todo muy heroico o inconsciente. Eso solo el tiempo revelará. La línea que separa un adjetivo de otro siempre fue muy fina.

Así pues, no sin dificultades, no sin momentos no tan buenos, estoy mejor de lo que esperaba a estas alturas. Aunque a decir verdad, no tengo ni idea de cómo esperaba estar.

Ahora un poco de cultura -si, más aún- para que no se diga de este blog.

Un parque de Inverness

Desde hace unos días en Reino Unido (para otro día dejo la explicación de la diferencia entre Gran Bretaña, Inglaterra y Reino Unido, porque NO es lo mismo) se ve a mucha gente con una flor roja en la solapa. Seguro que por televisión lo habéis visto también. La explicación como yo no la voy a hacer mejor, está aquí

A mi me encanta la historia.

Saludos!