29 feb 2012

FEBRERO: EL MES DEL ATLETISMO-BOXEO

Soy muy de balances, lo reconozco. Dedico más tiempo del que quizá sería deseable valorando y sacando conclusiones del trabajo realizado en un periodo de tiempo (lo que un técnico-moderno-pedante llamaría "evaluación contínua"). Así pues, ahora que Febrero está llegando a su fin es buen momento para echar la vista atrás y reflexionar un poco por escrito, quizá salgan ideas interesantes.

El mes se presentaba complicado para poder sacar tiempo para entrenar; por suerte no dispongo de mi tiempo excesivamente y las horas de las que soy dueño, son complicadas ya que son muy dadas a que te aparezcan las excusas. Así que ya sabéis: mucha mentalización, dosis necesarias de autodisciplina y plantearse cada día como un reto a superar.

Al contrario de lo que pueda parecer, me han venido bien los días de frío; se transformaba en una motivación poder ir a las horas en las que el termómetro da una mínima tregua. Como siempre, ir encontrándome cada día un poco mejor también ha contribuido a que el ánimo no decaiga, o saber que aunque cueste, la satisfacción de la vuelta o incluso evitar tener que lamentar más tarde una oportunidad perdida también ha servido. Cuando lo buscas, antes o después aparece una idea a la que aferrarse

Cada día un nuevo reto, una nueva motivación, así ha sido. Y por supuesto ha habido días en las que "por H o por B" las excusas han vencido a las ganas y me he quedado, he dejado pasar esa oportunidad. Por suerte, han sido muy pocos.

He sufrido mucho (y lo que me queda) pero poco a poco, el esfuerzo y la constancia han dado su fruto, han ido apareciendo con mayor asiduidad las buenas sensaciones y he empezado a disfrutar (aún me queda más).

Decía Roberto Bolaño que hay momentos para boxear y hay momentos para recitar poesías. Atléticamente hablando esta es, sin duda una época de boxeo. Toca pelear para lograr un estado de forma aceptable y crear la base de futuros nuevos y grandes retos. Sin un mucho de esto, no habrá un poco de aquello.

Cuando dentro de unos meses, allá por Septiembre e incluso quién sabe si en Noviembre también logro una nueva meta de la que poder presumir y por la que recibiré algunas felicitaciones (unas más sinceras que otras) por aquel entonces es muy probable que ni lo mencione, pero tu que estás leyendo esto y yo  sabremos que los cimientos de ese logro se iniciaron en el atípico Enero y se ampliaron en el frío Febrero.

Saludos!

24 feb 2012

UN ENTRENO, UN LOGRO

Algunas veces, lo importante no es cómo salga el entreno, lo importante es simplemente salir a entrenar.

Intento tomarme esto de las carreras, los entrenos y demás "cosas del correr" de la forma más seria posible (sin olvidar que es un hobby), porque me gusta hacerlo así. Digo más, no se hacerlo de otra forma. No es ni mucho menos la mejor, pero es la mía. Ni pretendo ser un profesional, ni reuno las condiciones físicas necesarias para ello pero me gusta hacerlo así. 

Exprimirme, reunir todos los datos posibles, buscar información y analizarlos para conseguir mejorar un segundo más. Obligarme a trabajar todos los aspectos posibles, entrenar el cuerpo claro, pero también trabajar otras partes de mi. Buscar el límite y si alguna vez lo encuentro, mandarlo más lejos y volverlo a buscar.

Días como hoy en que las excusas no hay que buscarlas sino que vienen solas, ser capaz de superarme a mí mismo y bajar a correr, con la simple pretensión de disfrutar, de desconectar y seguir demostrándome que soy dueño de mis actos y no mis actos dueños de mi es una sensación de satisfacción que creo que no soy capaz de explicar. Hay que vivirlo.

Y si encima el entreno acaba siendo excepcional...

Saludos!

21 feb 2012

HOY SE CUMPLEN 2 AÑOS: MARATON

Hace un tiempo decía en este blog que los sueños cumplen años, y así es. Hoy es uno de esos días.

Quizá sea algo estúpido celebrar los aniversarios de algunos acontecimientos, al fin y al cabo, el nombre que le damos al tiempo no deja de ser algo artificial que hemos inventado, pero qué carajo, hay que hacerlo alguna vez.

No deja de ser irónico de verdad que el día que se cumplen 2 años de mi primera maratón, que de lo que se habla en la ciudad sea de otro tipo de carreras, no me gusta, pero no podía pasarlo por alto.

Es mentira que solo se pueda aprender del error. Quizá sea el mayor éxito de mi vida, lo que es seguro es que deportivamente hablando, fue el día más importante, y muchos me conocéis: días deportivos en mi vida he tenido muchos. Y vaya que aprendí.

La recomendable crónica de aquel día aquí: es de lo mejor que he escrito en este blog.

Ese día aprendí que se puede pasar de ser espectador a ser protagonista, que lo más importante es echarle valor: 2 años asistiendo como espectador, admirando a todos los que corrían, me parecían héroes y de pronto allí estaba yo.

Ese día aprendí que los sueños se pueden cumplir, que hay que pelearlos mucho, pero sí, se cumplen. Reconozco que ese día tenía mis dudas de que esta afirmación se pudiese extrapolar más allá del deporte, pero hoy sé que sí. Le puedes echar un vistazo a este álbum de fotos: muchas sonrisas, mucho dolor, y una alegría final INDESCRIPTIBLE: todo valió la pena con creces.

Ese día aprendí que tus alegrías son tuyas y nada hay más hermoso que poder compartirlas con los tuyos y el dolor que supone no conseguir compartirlas con algunos de los más cercanos.

Ese día aprendí que la alegría se siente en la meta pero se crea en el camino.

Ese día me trae hoy ilusión, fuerzas para luchar, esperanza en conseguirlo y unas ideas a las que aferrarse. Todo esto no es poco, pero aún hay más, ese día sigue siendo hoy un día feliz.

Saludos!


PD: Esta entrada, en un alarde de máxima cutrez ha salido a la hora exacta en la que cruzaba la línea de meta. Melancólico que es uno...

20 feb 2012

LA VIDA ES UNA MARATON

Reconozco que soy de los que les cuesta decir las verdades "a pelo" y es por ello que en muchas ocasiones uso símiles, historias y fábulas para expresarme; rodeos al fin y al cabo. Aprovechar las cosas que no son importantes en la vida para explicar las importantes.

Bueno, es un truco como otro cualquiera, a mí me sirve. Incluso dicho así puede parecer algo cojonudo, pero créeme, no siempre lo es, aunque bueno, sirve. Para esta manía mía es muy útil el deporte ya que en las competiciones muchas veces se dan situaciones que son analizadas tantas veces y desde tantos puntos de vista que con un sencillo ejercicio mental se pueden extrapolar las actitudes a la vida real.

El deporte si lo sabes interpretar -e incluso sin saberlo- te enseña a vivir, en algún lugar escuché que el deporte es una escuela de vida. Es verdad.

Podría llegar a decirse que el deporte es la vida real simplificada pero bueno, esto último no seré yo el que lo diga. Incluso Albert Camus llegó a decir "todo lo que se de los hombres, lo aprendí en un campo de fútbol" a lo que yo he de añadir que he aprendido mucho de ellos en otros deportes, y si lo dice Camus no seré yo el que le contradiga.

De entre todos los ejemplos que podríamos escoger, me voy a quedar con el atlético (se supone que es de lo que va este blog) pero no solo por eso. Pienso de verdad, que es el más acertado: la vida es una carrera de fondo. Con todo lo bueno y lo malo que implica.

Y puestos a escoger una carrera de fondo, vamos a quedarnos con la joya de la corona: La Maraton. En realidad en la vida estamos constantemente corriendo maratones, una detrás de otra, a veces incluso hay que correr varias a la vez.

Muchas de las similitudes se me van a escapar, pero espero que no solo estén las que me acuerde mientras escribo, sino además aparezcan también las más importantes:

- En una maraton lo importante no es cómo se empieza, la carrera es muy larga, tanto que el simple hecho de pensar en ello, es desalentador, por ello cuando la corres, solo piensas en el siguiente paso que vas a dar, muy pocas veces más allá del siguiente kilómetro, seguramente porque bastante tienes con lo que estás pasando en ese momento y no tienes muchas fuerzas para atender a lo que vendrá.
En las horas que dura una maraton, da tiempo a estar desde muy bien a muy mal y a la inversa, Suele suceder incluso casi sin darte cuenta, las sensaciones pasan de un extremo a otro con una facilidad y una cantidad de veces que puede llegar sorprender. Imagínate la vida, que dura tantos años...

- En una maraton, sabes que los momentos difíciles van a llegar y lo importante es ser capaz de estar con fuerzas suficientes para poder superarlos. Nunca tendrás la certeza de saber si lograras superar esos momentos, pero siempre tienes la esperanza de poder lograrlo: es mucho más factible que lo logres si crees en ello, aunque ni es imprescindible, ni creer asegura el objetivo.

- Una maraton hay que prepararla a conciencia dentro de las posibilidades de cada uno. Corras en 2 o en 5 horas, hay que prepararse bien, entrenar y planificar la carrera. Tener una idea clara del objetivo y de cómo quieres llevarla a cabo. Luego desde esa planificación como base el día de la carrera pasan muchas cosas: unas las has previsto, otras no; y ahí es donde se ve la capacidad de cada cual para manejarse en las circunstancias de cara a conseguir cruzar la línea de meta.

- Llega el día, has hecho todo lo que has podido en la preparación y siempre tienes la sensación de que podías estar un poquito mejor: esa serie que te ahorraste, ese día que hiciste un par de kms menos... A mí me ocurre que suelo pensar que una semana más o menos sería ideal. Es muy difícil conseguir la situación "ideal" por eso es tan importante saber en qué punto estás y desde ahí competir.

- Cuando tienes todo preparado para una maraton, el día de la carrera no puedes tampoco ignorar las condiciones, no es lo mismo correr con 10º que con 20º, con lluvia o con viento, y empeñarse en ignorarlo puede dar al traste con el objetivo. No se puede cambiar la dirección del viento, pero si ajustar las velas.

Supongo que habrá segunda parte.

Saludos!

16 feb 2012

UNAS REFLEXIONES SOBRE EL FRACASO

El éxito y el fracaso son inherentes al deporte. El deporte es competición, y se compite con un objetivo: vencer. Ya sea a los demás o a uno mismo, pero el objetivo final es siempre vencer (mola más cuando vences a los demás, está claro).

Leía hace unos días esta fascinante entrevista a Millás en la que entre muchas de las cosas que cuenta, me llamó la atención esta frase "(...) cuando la novela está acabada, el producto siempre está lejos No pasa nada, el proceso de escritor lleva implícito el fracaso.  Si no fracasase en cada novela, no escribiría la siguiente.

Ahí donde Millás dice escritor, se podría decir también atleta (o corredor por no ser excesivamente pretencioso). Y es que una de las grandezas del atletismo, de la que no todos los deportes pueden presumir es la posibilidad de mejoría: es infinita. Ya puedes ser el mejor, el más rápido, el más resistente del mundo que siempre existirá la posibilidad de mejorar como mínimo una centésima de segundo.

Hace tiempo que vengo dándole vueltas al fracaso como motor, como estímulo para mejorar y superarse. Cada carrera, cada entreno es una pequeña batalla contra el reloj que por supuesto acaba siempre en fracaso. Por muy contento que vuelvas (y suele darse el caso) siempre te queda dentro la sensación de que podías haberlo hecho mejor: ese primer km demasiado lento; las dudas de mediada la carrera sobre si las fuerzas te acompañaran; o esos últimos kms en los que no me supe regular, entre la variedad de excusas para las nimias decepciones.

Lograr la sensación de perfección, de éxito total no es nada fácil. Incluso me atrevería a decir que está al alcance de unos pocos privilegiados y desde luego, no estoy entre ellos. Eso si, nos queda la certeza de aquella gran verdad que contó Saramago: "La derrota tiene algo positivo: nunca es definitiva. En cambio, la victoria tiene algo negativo: jamás es definitiva".

Pero no solo nos queda eso. Tenemos también el trabajo, el sacrificio que supone el día a día. Vivir el oxímoron que es siempre "disfrutar con el dolor" y la esperanza, calzarte las zapatillas y salir a buscar esa victoria aun sabiendo que el esfuerzo es en vano, que no va a llegar.

Tengo la convicción de que no se puede ganar siempre, pero salir a ganar es obligatorio; que luego ya pasará lo que tenga que pasar. Y tiempo para lamerse las heridas siempre habrá. No se dónde oí que el triunfo pasa durante un segundo tras mil horas de trabajo, o algo así.

En muchas ocasiones la línea que separa el éxito del fracaso es tan delgada, tan estrecha que parece imperceptible y no se puede olvidar que en parte ese resultado final no va a depender de ti, sino del caprichoso destino, lo que no es excusa para dejar en el camino hasta el último gramo de fuerza, ya que el objetivo es reducir "el factor" suerte a la mínima expresión.

Hay algo terrible que encierran la mayoría de las victorias, algo además que solo conoces cuando la alcanzas, nadie habla nunca de ello, es una especie de "parte oculta del éxito": cuando lo consigues o crees que lo has conseguido, de repente te encuentras que estás tan solo en el inicio de una nueva batalla y a veces puede llegar a resultar desolador por momentos, pero no lo es.

Nuestros pequeños éxitos al fin y al cabo consistirán en manterse en el camino, la fragilidad de la constancia, la humildad del esfuerzo en el trabajo.

Hay una frase que se dedica en el lejano oriente a los enemigos que dice algo así como "ojalá logres todos tus sueños" ¿hay algo más terrible que quedarse sin un sueño, una meta por la que luchar? Quizá, pero no debe haber muchas cosas.

Claro, ahora tiene más sentido que el himno de este blog fuese siempre esta canción.

Saludos!

11 feb 2012

SENSACIONES

El atletismo me ha enseñado muchas cosas. Es algo que digo muy a menudo y que además es cierto. Vivo buscando sacar el máximo partido a cualquier experiencia, es la forma que conozco de crecer, de alcanzar un nivel mínimo aceptable en el que desarrollar la existencia.

Cada vez que consigo vencer al frío, al horario y me calzo las zapatillas para salir a entenar sé que va a ser un rato en el que voy a hacer efectivo aquello de "emplear el inexorable minuto recorriendo una distancia que valga los sesenta segundos", y os aseguro que esa constancia en las horas que les puedo dedicar, no es fácil.

Ayer fue uno de esos días en los que lo conseguí: poco antes de las 4 de la tarde salí a correr y volví a casa con una satisfacción mucho mayor de lo que fue el entreno: 8,5km en poco más de 40min. La satisfacción no viene del tiempo, como veis no es nada extraordinario, es más bien normalita tirando a floja.

¿De dónde viene ese sentimiento de satisfacción, de felicidad? Viene sobretodo de la progresión, de disfrutar el camino, de ir de menos a más, de saber que pese a las dudas que uno siempre tiene, es cierto una vez más que el trabajo da sus frutos y que la perseverancia da resultados (y los seguirá dando) y que quizá no sea tan estúpido creer en el esfuerzo como medio para lograr los fines.

Hay más. Las "sensaciones" son muy importantes también. Vivimos en el mundo de los argumentos, damos validez a los hechos concretos y descartamos todo aquello que no podemos argumentar, explicar y razonar. Comprendo que como sociedad, como grupo humano que somos, hemos de organizarnos de alguna manera y no es mala forma esto de convencernos con argumentos, pero también entiendo que no todo puede pasar por ahí.

A menudo hay situaciones que uno no puede explicar con argumentos, simplemente "lo sientes" y claro, a ver cómo explicas eso. O eres un genio (y a veces ni así) o no hay nada que hacer. Y pasa mucho en el deporte. Y pasa en el atletismo, los resultados no siempre coinciden con las sensaciones y se dan casos en los que pese a conseguir el objetivo uno siente un frío que le recorre el pecho por dentro que es inexplicable.

Ocurre también al contrario, tienes un mal resultado pero piensas en el camino recorrido y la satisfacción te invade, dejándote un regusto a victoria que no cambias por haber hecho 2 minutos menos.

El mundo está lleno de contradicciones, y no hay nada más amargo que el vacío de la victoria: vencer, darse la vuelta y que no haya nadie con quien compartirla, si, mucho más que una "derrota huérfana" ya que quien más, quien menos, puede esperar verse solo ahí abajo, pero el vacío del éxito es muy doloroso.

Así, creo que tan importante como alcanzar mis objetivos, correr más rápido con menos esfuerzo, es hacerlo disfrutando mientras los logras. Uno mira lo que pasa en el mundo y no necesita conocer la resolución final para tener una opinión final, que ya no tenemos una edad que podemos saber que hay ahí detrás.

Saludos!

6 feb 2012

CORRIENDO BAJO CERO

¿Qué lleva a alguien a ponerse las zapatillas y salir a correr un Domingo antes de las 9 de la mañana a temperaturas bajo cero nevando?

La primera respuesta que se viene a la cabeza es que eso solo se le ocurre a alguien que ha perdido el juicio, que no rige bien y bueno, no descarto que sea la respuesta correcta. Yo voy a intentar dar otra explicación diferente y aunque es más larga, espero que al llegar al final del texto haberte convencido de que es mejor.

Este fin de semana hemos estado mis primos, una ola de frío siberiano y yo en la provincia de Burgos; cerca de Aranda de Duero. Aunque muchos ya sabéis el porqué algún día contaré con más detalle qué se me ha perdido allí. La cuestión es que el Domingo, mi primo Pablo y yo a las 8:30 a.m. estábamos calzándonos las zapatillas mientras comprobábamos que fuera el termómetro marca -3º y la nieve empezaba a caer, ¿de locos?

En primer lugar he de decir que no tengo muchas oportunidades de salir a correr con él y me apetecía mucho más que el frío que pudiera hacer compartir ese rato, esa son el tipo de cosas que uno recuerda cuando pasa el tiempo. Se borrarán muchos recuerdos, pero puedo asegurar que esas sensaciones compartidas son las que permanecen.

Está claro que uno no tiene habitualmente la oportunidad de correr con nieve por lo que simplemente cambiando el enfoque de la situación, la dificultad se puede convertir en un estímulo en lugar de una barrera. No se si volveré a correr mientras los copos de nieve golpean mi ojos, y sí supongo que no es algo necesario en la vida de nadie, pero esa experiencia ya la tengo, para mi.

También, cómo no, está mi situación personal. Tras varios meses de una irregularidad tremenda en los entrenos, tengo la necesidad de demostrarme a mí mismo que soy capaz de volver, de superarme de nuevo, de conquistar de nuevo los retos que se presentan en el camino. Para ello solo conozco una fórmula: la constancia y el esfuerzo. Lo de menos ayer era correr mucho o poco, rápido o lento, lo importante era salir, disfrutar de la compañía y recordarse que se puede, que los resultados llegarán.


¿Ahora ya no parezco tan loco? ¿O quizá más?

Saludos!

2 feb 2012

SOLO UN PASO MÁS

Me ocurre muy a menudo entrenando, sobretodo cuando mi estado de forma no es bueno, o cuando no estás cumpliendo los objetivos marcados, que las sensaciones son desagradables y todo molesta: el calor, el frío, el viento, la lluvia, da igual, siempre tienes cerca un pretexto, una excusa que presentar.

Eso por no hablar de los dolores: las piernas, la espalda... incluso en estas ocasiones duelen partes del cuerpo de las que nunca hasta entonces habías tenido noticias. Quizá solo se crearon para molestar en ese momento, quizá no, pero os puedo asegurar que en esa situación no se me ocurre otra utilidad, ¿acaso habría pasado desapercibido ese músculo tantos años si sirviera para alguna otra cosa?

En momentos así, es habitual que por mi cabeza aparezca la idea de echarse a un lado del camino y parar a descansar y beber agua. Incluso dar media vuelta y volver por donde he venido: "tirar la toalla".

Bien, lo mejor que puedo hacer en ese momento desde luego es no parar. Por supuesto, no siempre se puede abandonar esa idea, el dolor es intenso y las fuerzas flaquean. Hay que tomar una decisión justo en el momento en que las circunstancias no son precisamente las ideales.

¿Cómo actuar en este caso? Lo que hago es "aplazar" el descanso. "Olvido" que he de llegar al final y me centro en un nuevo objetivo intermedio (1km más aproximadamente), solo llegar ahí y en ese punto volver a decidir. Si consigues hacer esto, logras algo fundamental, me explico:

Esta sensación suele ser pasajera y con un componente psicológico alto, así que si logro ese "mini reto" probablemente hayan disminuido esas sensaciones negativas y sea más fácil avanzar. Incluso muchas veces las sensaciones se van trasformando y convirtiéndose en positivas.

En caso de que éstas no cambien, quizá al alcanzar ese kilómetro más siga habiendo la fuerza suficiente para avanzar otro kilómetro más, en ocasiones se llega así al final. Estas veces, acabo dolorido y fastidiado; uno se plantea si tiene sentido este hobby para pasarlo tan mal. 5 minutos después, la cosa es muy distinta. Al salir de la ducha la sensación que te invade os aseguro que es indescriptible.

Como intento ser realista; hay que decirlo todo, y no siempre uno consigue llegar hasta el final sin parar, corres ese kilómetro me encuentro aún peor y en la fuente más cercana, paro. ¿He conseguido algo? Te digo una cosa, creo que si: eso que me llevo, un kilómetro más fuerte y con más experiencia que si hubiera parado ahí atrás. A mi eso me vale.

Saludos!