29 ago 2014

DOS AXIOMAS

De vez en cuando me encuentro con gente que piensa que la vida es justa y que el tiempo pone a cada uno en su lugar. Suelen ser los que llenan el facebook de frases épicas, hermosas y porqué no decirlo, absurdas en su mayoría. Gente entrañable como un osito mimosín.

Eso sí, no seré yo el que intente convencerles de otra cosa. Aunque piense que es LA estupidez.


Hay dos axiomas que no fallan nunca, uno es bien conocido, el otro es conocido solo en un círculo más cercano. Tienen en común que rara vez fallan y además este año se han producido el mismo día, separados tan solo por unas horas.

Explicaba Gary Lineker en los años 80 que el fútbol es un deporte que juegan once contra once y siempre gana Alemania". Lo pudimos comprobar este mes de Julio cuando una vez más celebraron el campeonato del mundo y además lo hicieron como alemanes

Unas horas después se cumplía el segundo: mi bici había sido presa de los ladrones. El mundo podía seguir girando. Y este segundo axioma es aun mas cierto que el primero, a mi me han robado más bicis que campeonatos del mundo tiene Alemania. 

Podría añadir que fue tan solo 3 semanas después de que me robaran la cartera pero podría daros pena, o daros por pensar que soy un pringao y nada más lejos de mi intención. 

Son cosas que pasan ¿y ya? Yo no sé si todo pasa por algo, si le busco los 3 pies al gato y busco el consuelo en "habrá algo más", si de verdad hay experiencias que valen la pena o acabas metiendo esa idea en tu cabeza para poder hacer de el fracaso, de la vida algo más llevadero.

Así que aunque no renuncio a sacar algo de cada cosa que pasa por si llega el improbable momento en que el puzzle encaje.

Mientras tanto yo sigo esperando que el mundo sea terriblemente injusto y me de mucho, muchísimo más de lo que merezco.

15 ago 2014

EN DÍAS COMO HOY

Aprovecho que es Agosto y que no me lee nadie (menos aun de lo habitual) para sacar un texto que escribí hace ya mucho tiempo y que nunca me atreví a publicar. 

Espero que guste.


En días como hoy están más presentes las ausencias que las presencias: Marta, mis abuelos Pepe y Pepico.
En días como hoy pienso en los padres que no podían comprar los regalos a sus hijos y han tenido que exprimirse al máximo para que a sus hijos les lleguen sus merecidos regalos.
En días como hoy imagino a niños decepcionados descubriendo al levantarse que los Reyes a penas pasaron por sus casas.
En días como hoy sueño con las victorias lejanas y las derrotas cercanas.
En días como hoy duelen algunas de las heridas que aún no cicatrizaron.
En días como hoy recuerdo a los amigos lejanos que están cerca y a los amigos cercanos que están muy lejos.

En días como hoy están los amigos que se fueron, los que se irán y los que volverán... o no.
En días como hoy pienso en personas que se unen (enhorabuena María) y personas que se separan.
En días como hoy imagino a las mujeres que estuvieron, las que vendrán... y la que se quedará para siempre.
En días como hoy sueño con mi futuro y existe mi pasado.
En días como hoy duelen las caídas pero alivia que siempre nos levantamos.
En días como hoy recuerdo lo que fue y me gusta... aunque menos que lo que será.

En días como hoy añoro el pasado, avanzo en el presente y espero el futuro.
En días como hoy, busco las certezas.

En días como hoy compruebo que estoy vivo con todas sus miserias y
grandezas.

Saludos!
PD: Perdonen por...

6 Enero de 2012

12 ago 2014

PERDER

Uno se pasa la vida soñando con levantar esa copa. Es un sueño.


Y mientras sueño; entreno, estudio, preparo, leo, juego, acierto y fallo. Lo revisas todo y sigues trabajando con el objetivo de ser cada vez un poco mejor y de esta forma, tener la oportunidad de ganar el siguiente partido. Siempre convencido que cuanto mejor seas, más cerca estaré. Más oportunidades habrá.

Todo esto para en resumen, pasarme la vida cayendo eliminado en las rondas previas. Ni siquiera suelo llegar a disputar el torneo. Tanta preparación para justo antes de viajar allí donde uno sueña con estar, me doy cuenta de que no he dado el nivel. Sensación de ridículo y vuelta a empezar.

Pero hay veces que no.

En algunas -muy pocas- ocasiones, pese a cometer los mismos errores de siempre y algunos otros nuevos, también haces más cosas bien de las habituales y paso el corte.

Estoy dentro y la ilusión empieza a crecer, incluso pasas unas cuantas eliminatorias hasta que llega el maldito cruce de cuartos de final. Y cuando parece que por fin esta vez sí, todo va a ir bien. Todo se vuelve a caer, aquél punto débil que había conseguido proteger, se vuelve de repente una vía de agua que lo rompe todo.

Y tras la ilusión, la decepción. La sensación de fracaso, el dolor y la añoranza de otros tiempos donde hacía el ridículo porque aquél ridículo a fin de cuentas, duele menos.