29 mar 2014

EN LA PELEA

Acababa mi anterior entrada diciendo que aunque estoy en 2ª veo las opciones de ganar la Champions intacta. Bien. Por mucho que me aleje, que intente disimularlo o que no me guste soy valenciano y es algo que no voy a poder ocultar.

Frases así dichas con todo el convencimiento del mundo -porque os aseguro que no es que me lo crea, es que lo voy a hacer- son muy propias de nosotros, los originarios de la terreta. Ejemplos tenemos para aburrir. Alguien que conozco lo define bien: delirios de grandeza.

Porque no voy a discutir aquí que Valencia es happy. Es muy happy tanto que hoy en día ser valenciano es sobretodo un problema, una traba que superar y pese a ello seguimos todos tan contentos que oye, da gusto vernos. Supongo que es bueno.

Enhorabuena a todos.

Hace tiempo que vengo pensando que el mayor problema que tiene Valencia somos los valencianos porque claro, a ver cómo y en cuánto tiempo consigues corregir eso.

Si me estás leyendo y eres valenciano, no te preocupes que no hablo de ti. Tu te salvas, tu eres de los buenos.

Quizá estos párrafos sean la manera que tengo de justificarme, de explicarme a mí mismo porque cuando estoy donde estoy, sigo viendo que la Champions es posible.

Cada día me levanto y me recuerdo lo importante que es dar el máximo. Cada día es un entrenamiento que hay que aprovechar para llegar más lejos de lo que hubiera firmado no hace mucho. Entrenos importantes todos ellos que me sirven para preparar el partido que disputo cada semana los lunes. Son siempre partidos feos, incómodos, de los que preferirías quedarte en casa, pero ganarlos todos es la única posibilidad. No queda otra.

También estamos en la copa. Si los partidos de liga no apetecen, los de copa te hacen plantearte qué haces aquí, por qué y para qué. Pero vas pasando rondas poco a poco, con esfuerzo sin que parezca que haya recompensa y de repente, te ves a las puertas de una semifinal y como que la cosa empieza a coger color. El 5 de Junio está bien marcado en mi calendario y esas cosas si que ilusionan.

Y luego está la Champions ¡Ay la Champions!

¿Cómo se puede jugar la Champions estando en 2ª? No tengo ni idea. Sé que me metí ahí en el último momento cuando ya nadie lo esperaba. Y no, no fue casualidad, hubo mucho esfuerzo.

Lo recomendable quizá sería dejarla, disfrutar de haber podido clasificarse y disfrutar de unos días de gloria y centrarse en lo que toca, pero claro, costó tanto subirse a este carro que tendrán que bajarnos otros pero fácil no lo voy a poner. Eso está claro.

Ejemplos y motivos para renunciar hay miles, todos los esfuerzos se pagan, así que quizá convendría asegurar el 4º puesto en liga y el año que viene otra vez. A otra cosa. Pero no.

Mientras siga habiendo una sola incertidumbre dentro, pesa más que todas las certezas de fuera.

Al fin y al cabo hemos venido aquí a jugar. 

Todo o nada.

26 mar 2014

MCDONALD'S WORKER

Podríamos decir exagerando un poco quizá (pero que más da, todo lo que lo rodea es exagerado) que la vida es eso que pasa entre un Madrid-Barça y otro. Y como cada vez juegan más a menudo debe ser que en la vida pasan pocas cosas, o muchas. O quizá no tenga nada que ver.

En los últimos 2 años recuerdo mi contexto durante los Barça-Madrid: el que veía con la esperanza de que no hubiese prórroga a la 1 de la mañana; el que estaba en India; el que estaba en Inglaterra; el que estaba en Escocia y el de ayer; que estaba en McDonald's que con las ansias independentistas que veo últimamente por Europa, no me extrañaría que acabara siendo un país independiente en sí mismo.

Así, mientras ayer se disputaba un jodido 3-4 estaba yo poniendo hamburguesas a unos cuantos escoceses borrachos. La vida se cobró alguna que le debía. Es la mejor explicación que quiero encontrar.

Trabajar en un McDonald's en Escocia es una experiencia en la es difícil encontrar adjetivos que la describan. Seguro que los hay, pero a mi me cuesta. 

Aquí es donde debo meter una idea que lleva rondando mi cabeza bastante tiempo: algunos de vez en cuando dicen que me admiran por mi valentía. Creo que a veces -la mayoría de las veces- ponemos el valor donde no pusimos otras cosas antes. Cada vez que alguien me dice lo admirable que es lo que hago, yo recuerdo que no puse antes la cabeza. Pero de nada sirve lamentarse.

Además y aunque suena contradictorio, la gente que más valiente piensa que soy menos conoce, si contara algunas cosas, aun pensarían que soy más valiente. Por eso conviene la discreción. Nada de lo que presumir.

Anécdotas en este trabajo tengo para parar un tren y como yo no soy "batillitas" raro será que en breve no te cuente alguna. No voy a extenderme aquí en exceso pero sin ir más lejos, un día me instruyeron para el caso en que suene el teléfono, yo lo coja, entienda que están diciendo que han puesto una bomba en el local y lo que debería hacer, ¡hasta cómo relacionarme con la prensa!

Todo muy probable.

Algunos días, trabajo hasta las 5 de la mañana. Es divertido (?) estar haciendo hamburguesas a los borrachos a las 2:30 a.m. Os puedo asegurar y os aseguro que borrachos es algo que no falta en este país (ya hablaremos de ello). No os podéis hacer una mínima idea de la cantidad de gente que va a esas horas a mi querido restaurante.

A McDonald's se le podrá acusar de muchas cosas pero justo lo que se dice sucio no es. Yo he llegado a limpiar las ruedas con las que se mueven las freidoras. Eso sí, mi restaurante presume de ser nombrado el más limpio de todos los McDonald's del Reino Unido. Poca broma.

Y podría seguir contando por ejemplo la evaluación del mes que me hicieron hace unos días, o que la palabra más escuchada en la cocina es curva pero he prometido un par de párrafos más arriba no hacerlo y además así tengo algo que contaros cuando nos veamos en unos meses.

De todo esto, lo más importante que saco es que no me gusta nada mi trabajo, pero es aquí donde mi formación viene en mi ayuda y recuerdo aquello tan importante de la connotación positiva. Mi trabajo me sirve para una cosa muy importante: no hay día que no salga de ahí con unas ganas tremendas de aprender inglés para poder dejarlo. Mantiene mi motivación para estudiar y aprender, altísima

Estamos en la b pero con el sueño de la Champions muy vivo...

10 mar 2014

CRÓNICA: INVERNESS HALF MARATHON

La ilusión antes de la batalla

Me siento a escribir una de las crónicas más difíciles, sino la que más, de las que he escrito en los casi 7 años de blog. Es muy difícil sobretodo por dos cosas. La primera es que trasmitir todo lo que viví ayer es algo que está lejos de mi capacidad.  La segunda, es como dice Calamaro "se aferra el corazón a lo vivido"  pero en cuanto le ponga el punto y final, esta historia habrá quedado atrás, será solo un grato recuerdo que habrá que dejar atrás. Por suerte, el presente trae promesas fabulosas para el futuro.


Y es que fue una mañana tan especial.

Para empezar, la hora de la carrera era extraña pero comodísima: las 12:30. Evita los incómodos madrugones para desayunar bien y da tiempo a tener una mañana tranquila y descansar bien pese a que tus compañeros de piso lleguen completamente borrachos a la 1a.m.

Llegué con tiempo a recoger el dorsal y me dio tiempo a calentar tranquilamente. Las sensaciones desde el primer momento eran fantásticas. El día no fue especialmente frío y aunque el viento soplaba bastante fuerte, no tenía nada que ver con respecto al día anterior.

Colocados ya en la línea de salida, pensaba en la famosa puntualidad británica. Un minuto antes de la hora prevista estaba todo preparado, solo había que esperar a que el reloj avanzase y de repente, lo creáis o no, se hizo el silencio.

Fue un momento especial: entre los más de 1800 corredores y el público que estaba congregado en la zona de salida espontáneamente se hizo un silencio que se rompía con la cuenta atrás para el pistoletazo. Y allí que fuimos.

Lo primero que tengo que decir es aunque parezca una tontería viendo el resultado final es que corrí mal o para ser más exactos: no corrí como se debe correr, de menos a más. Lo normal es que a mitad de carrera hubiese pegado un petardazo histórico. Pero a veces hay que arriesgar, cuanto más estés dispuesto a perder, más puedes ganar. Y poco tenía yo que perder esta vez. En ocasiones entre las locuras más irracionales salen las historias más maravillosas.

Salí en la parte delantera del pelotón. Y cuando digo delantera, es muy delante. Solo 3 segundos de diferencia entre que se dio la salida y pasé yo por el arco. Los que habéis estado en carreras, podéis medir lo delante que estaba. Esto hizo que de repente cuando el gps marcó el primer kilómetro el reloj estaba en 3:42. Barbaridad.

Levanté un poco el pie, pero tampoco mucho, pese a la velocidad y que sabía que ese ritmo lo pagaría caro más pronto que tarde, me notaba cómodo. Al poco, llegó la primera curva y pude contar que por delante había algo más de 40 corredores. La ambición hizo el resto.

Tras esta primera curva poco después del primer kilómetro, íbamos con el viento en contra durante una larguísima recta hasta pasado el km6. Me notaba cómodo corriendo pese a que no daba crédito a lo que veía en el reloj (km3 11:29) mi cabeza me decía que aflojara; el corazón, decía que no, que mientras hubiese fuerzas era bonito soñar. Mientras me decidía, las piernas seguían a lo suyo.

Casi al final de esa eterna recta vino la primera "crisis". Pasé de ir a 3:55 a hacer un parcial de 8:25 entre el km 6 y el 8. Ayudado también porque era un terreno que "picaba hacia arriba" bastante. En el momento en que peor lo estaba pasando, me enganché a un corredor que me pasó y a su ritmo hice la subida. Al poco empecé a encontrarme mejor y llegábamos de nuevo a una zona llana que aproveché para recuperar fuerzas y subir un poco el ritmo.

Llego al km10 (40:03). Desde cualquier punto de vista era una auténtica locura. Este tiempo es mi tercer mejor marca en 10km, no tenía ningún sentido lo que estaba haciendo. Poco a poco, mi cabeza iba callando.

Estos kilómetros pasaban cerca de "casa", notaba que corría por caminos conocidos algo que psicológicamente siempre es una ayuda. Seguía marcando los pasos a 4 pelaos (48:03 km 12).

Poco antes del km 13 segunda "crisis". Tras otro giro, una calle bastante abierta con el viento en contra, luego empezamos a subir y las piernas parecen haberse rendido definitivamente, el parcial se va en este km a 4:30. Pero como nada es infinito, hasta las cuestas más altas llegan a su fin; en el descenso recupero oxígeno y tiempo.

Llego al avituallamiento en el km 15 (1:00:57). En este momento la cabeza ya ha dejado de quejarse y se vuelve a mi favor. Hago cálculos y me sale un tiempo increíble. Tanto que los tengo que repetir varias veces porque me parece que no puede ser.

Además ahora vamos con viento a favor y hay que aprovechar. Es el mismo camino que los primeros 5 kms pero en dirección contraria, por lo que el terreno es también favorable. Se nota y los kilómetros caen otra vez entre 4:05-4:10. Las fuerzas están más que justas, pero merece la pena.

Pasado el km 18 (1:13:12) otra vez toca ir contra el viento hasta casi la meta y es aquí cuando llega la última y defnitiva "crisis". Ya no puedo ni con el alma, y aunque lo intento, el viento es más fuerte que yo. El km 20 el parcial es de 4:25. Se nota la cercanía de la meta porque hay mucha gente animando pero ya voy bloqueadísimo.

Eso sí, me encantan las carreras que acaban en una pista de atletismo. La entrada a la pista, las vallas, la gente chillando, es algo que me encanta. La sensación de entrar en la pista hace que me encuentre mejor pero ya me olvido del reloj. Estos últimos metros son para disfrutar, me lo he ganado.

La prueba
Hacía tanto tiempo que no cruzaba una línea de meta con esa sensación de haberlo conseguido. Fue fantástico.

1:26:04. Me costó un buen rato creérmelo. Hacer MMP después de tanto tiempo sin competir, sin haberlo preparado como me hubiese gustado es algo que no estaba ni en mis mejores previsiones.

Decía en la previa que quería disfrutar en cada zancada. La verdad que no fue así, sufrí en muchas de ellas y sufrí mucho. Pero aseguro que no lo cambio por nada. Quizá lo mejor de todo es la sensación de que esta marca es muy pero que muy mejorable.

Voy a dejar el apartado de agradecimientos desierto porque si me pongo a dar las gracias a todos los que se las debo, no acabo. Qué sensación.

Ahora a usar toda esta satisfacción durante esta semana para trabajar. Para que ese futuro cumpla lo que promete.

La sonrisa de la felicidad

8 mar 2014

PREVIA: INVERNESS HALF MARATHON

Qué ganas de que volviera uno de los clásicos de este blog.

Hace casi ya 9 meses de la última vez que me puse en una línea de salida para disputar una media y más de 6 meses desde la última vez que me puse un dorsal en el pecho -sin contar el décimo puesto en la San Silvestre de Diciembre-.

Que haya pasado tanto tiempo desde la última vez ayuda no solo a que las ganas sean incalculables, sino también a disfrutar a valorar más si cabe aún cada zancada de la carrera. La ocasión bien lo merece.

En principio, hasta me planteé hacer un crowdfonding para pagarme el precio de la inscripción pero tampoco tenía mucha pinta de que fuera a llegar a buen puerto el tema, pero mis padres se hicieron cargo de ello. Justo es reconocerlo aquí.

Será también mi primera carrera fuera de España. Esta vez, no hace falta buscar motivaciones, vienen solas. Espero que todas ellas juntas ayuden a suplir las carencias en la preparación. Lo comentaba no hace mucho en el blog, hace alrededor de mes y medio estuve muy cerca de tirar la toalla y solo el último mes los entrenamientos se han parecido bastante a lo que es una preparación de media maratón.

Aún así y con solo un mes de preparación decente, estoy bastante mejor de lo que hubiese imaginado. Aunque voy a hacer unos cuantos minutos más que mi mejor marca, por lo menos espero que sirva para no arrastrarme por el asfalto.

Sobre la marca, aunque no puedo negar que sí hay una cifra en mi cabeza es difícil decir ya que por un lado, no conozco muy bien el recorrido y por otro va a depender también del día que salga. Lleva una semana con muchísimo viento que es para mí, el peor enemigo de un corredor. Espero que mañana de una tregua.

Un poco desastre esta previa escrita a contrarreloj.

Ya solo queda salir y disfrutar.

7 mar 2014

LA CONTRADICCIÓN

Esto de tener un blog tanto tiempo es un problema. Si algún día a alguien le da por buscarme las cosquillas, aquí a la vista y con fácil acceso lo que quiera. Y sobretodo un montón de contradicciones. No me voy a poner a hacer ese ejercicio de autoflagelamiento pero estoy seguro que he debido escribir una cosa y su contraria en menos de un mes más de una vez. Y lo peor de todo es que en ambos casos estaba convencido de que escribía verdades irrefutables.

Por suerte, no creo que haya nadie tan aburrido para eso. En todo caso, decía Hegel que la contradicción y la paradoja son inherentes a cualquier actividad humana. Y tan ancho. 

Todo esto viene porque recuerdo que al poco tiempo de estar aquí hablaba de ir "con cuidado", de evitar las euforias, las altas cimas para de estar forma no pasar también por oscuros valles. Estaba todo muy bien explicado y quizá hasta sonara convincente. Pero era una mierda.

Y además no me lo puedo permitir.

Me imagino que uno puede dedicarse a ir con cuidado, a pensarse muy bien cada paso a dar cuando hay algo ya ganado, cuando lo más importante es conservar lo que tienes precisamente por eso porque tienes algo y una mala jugada podría hacerte perderlo. Pero no es el caso.

Así, mientras intento llegar a ese punto en el que tenga algo que perder voy recorriendo el camino, unas veces cuesta arriba, otras veces llano pero con el viento en contra y otras veces todo junto. Las tres últimas semanas he acabado la semana pensando que ha sido la semana que más he trabajado, la que más he corrido y la que más he estudiado. Eso solo pueden ser buenas noticias.

Todo esto hace que se avance y aún así, de vez en cuando aparece un pequeño fracaso, un tropezón de los que duelen y por supuesto dejan marca, no lo voy a negar, pero ayudan a no relajarse, a seguir sin apartar la mirada del camino.

No sé si ha sido mucho o poco lo recorrido. Pero es mucho menos de lo que queda por delante.

3 mar 2014

EL PUNTO EXACTO

De todos los países que hay en Europa, ¿en cuál fue en el que el Levante debutó en competición oficial en Europa? Exacto: Escocia. ¿Casualidad? Podría ser pero yo no lo creo (y se me desmonta el post, así que no). Pendiente queda eso sí, la peregrinación a Motherwell.

Hasta aquí las similitudes. Aquello del Levante fue un éxito que le llevó a una histórica temporada europea en la que disfrutamos muchísimo y acabó en una durísima prórroga en la fría y más lejana aún ciudad rusa de Kazan. Además de que no tengo ninguna intención de ir a Rusia, más que una Europa League esto es una Intertoto de cuidado.

Soy consciente que llevo bastante tiempo sin contar nada concreto de lo que estoy viviendo por aquí. Hoy hace un mes que cambié (otra vez) de vida (no sé hasta cuando) y un nuevo abanico de posibilidades se abrió en muchos y distintos aspectos.

La actividad de este mes de Febrero ha sido de las más altas en mucho tiempo y lo mejor de todo es que sigo viendo huecos que cubrir, aspectos que mejorar, situaciones que requieren esfuerzo. En resumen, Febrero ha sido un mes muy activo pero espero que mucho menos que los próximos que vienen por delante. Buena señal sería.

Y claro, tanta actividad lleva a la esperanza; la esperanza a sentirse cada vez mejor y todo esto junto se convierte en un gran enemigo de la escritura. 

Sobre la incompatibilidad entre la felicidad y la escritura ya he hablado alguna vez por aquí, pero no lo he hecho solo yo (que a fin de cuentas, mi opinión vale menos que nada) lo han hecho también gente como Murakami, Tallón o Sabina. Palabras mayores.

"¿Sabes qué es la felicidad? ¿La verdadera felicidad? No se encuentra en el momento de lograr algo cuando todo está ya en el proceso de asimilación. No, la felicidad pura se encuentra justo en el instante antes de conseguirla, en el momento que descubres que lo alcanzarás. Estas líneas se las he robado a Killian Jornet. Hasta ahí se va el bueno de Killian. Muy lejos de momento para mi. Yo me conformo -¡de momento!- con estar en el camino que parece llevar a un lugar mejor.

Hoy no es poco.