31 may 2015

CORRIENDO

A veces recuerdo que hace casi 7 años empecé a escribir un blog sobre correr. A veces.

Todo evoluciona supongo y así ha evolucionado el blog. Porque yo no he dejado de correr, de disfrutar y sufrir cada minuto que me calzo las zapatillas. Confieso que esta moda de correr ("del running") me tiene desconcertado y me parece hasta algo divertido. Eso sí, pienso que como todas las modas es algo pasajero y que en unos años será mucha menos gente la que corra, solo quedarán los que de verdad disfrutan con ello más allá de una forma de socializarse. Si yo seré de los auténticos es algo que no se. Ya se verá.


Tiene su gracia (o no) que haya dejado de escribir sobre esto justo el año que mejores resultados conseguí. 2014 fue un año increíble: solo participé en 3 carreras y las 3 fueron soñadas, incluyendo 2 medias maratones (marzo y diciembre) donde hice mis mejores marcas.

Si a eso le sumamos las dificultades para entrenar hace que lo hiciese mucho más increíble. Aunque visto desde otro punto de vista, podría decir que superar esas dificultades me hizo mejor atleta por lo que no fueron un contra, sino más bien un pro. Pero claro, no estoy seguro. Otra vez.

Y luego ha llegado 2015 y con él, todos los problemas que no tuve en los 2 años anteriores han ido llegando en fila de uno: primero las malas sensaciones y después las temidas lesiones.

Corrí (por decirlo de alguna manera) la media maratón de Inverness y tras el desastre que en su día conté, han seguido llegando los problemas. Pasé todo Abril sin dar una zancada por la maldita fascitis. Aquí es donde toca poner que lo eché mucho de menos pero para ser honesto, no lo he echado de menos demasiado. Horas de gimnasio han sido mi terapia.

Uno se pasa un par de meses corriendo (y disfrutándolo mucho, ojo) bajo cero con lluvia y nieve pensando "ya vendrán tiempos mejores", estos lleguen y los pase haciendo "indoor" pero supongo que tanto física como mentalmente lo necesitaba.

Pero sigo. Ahora ya es casi un mes en el que he vuelto progresivamente a los caminos y pese a estar lejos, muy muy lejos de donde quiero llegar, aunque los dolores siguen ahí amenazando con volver, la dinámica es buena y ahora mismo, a eso me agarro.

Seguirán los retos.

14 may 2015

NI TAN CERCA NI TAN LEJOS

Conocida es mi costumbre de usar el fútbol para propósitos descabellados y a la inversa así que bueno, estamos en esos meses en que las comparaciones salen solas.


Allá por el mes de Agosto tenía muy claros mis objetivos para esta temporada curso, así que cuando faltan 2 meses para acabar una etapa va siendo momento de preparar el balance de lo que ha sido, de saber dónde estoy y todas esas cosas que recomiendan los libros y que bueno, para que negar, yo siempre creí.

Voy a empezar confesando algo: cuando parece que todo va bien, razonablemente bien, crece en mi la convicción de que es solo una ilusión, todo pende de un hilo y un fallo, un solo fallo o una maldita casualidad que se cruce en mi camino, que incluso depende poco de mi basta para ver como todo cae cual castillo de naipes. Quizá ni siquiera caiga nada, pero así se siente.


Hace un mes y medio pensaba que si hubiese podido, me hubiese despedido a mi mismo con causa
justificada: no faltaba ni el trabajo ni el esfuerzo, pero debía fallar el método, es decir, yo mismo, ya que las cosas no estaban funcionando, el tiempo se acababa y los objetivos se alejaban. 

La realidad es que desde finales de Agosto y especialmente desde Noviembre hasta Abril con mis inevitables tropezones la sensación de progresar, de avanzar había sido muy significativa. Lo digo muchas veces: estaba en una dinámica positiva y como he dicho, se diluyó sin saber muy bien cómo. Pero supongo que estas cosas pasan.

Por suerte o por desgracia, no puedo despedirme a mí mismo y contratar a alguien mejor, así que no me ha quedado mas remedio que seguir conmigo mismo y seguir trabajando aunque hayan faltado las ganas.

Mirad, es mentira eso de que "cuando un hombre hace lo que puede no esta obligado a mas" o que intentarlo es una victoria. A mí por lo menos esto no me sirve. Para empezar yo nunca he hecho "todo lo posible" siempre hay algo mas que podía haber hecho y bueno, intentarlo esta bien, pero no lo es todo, ni mucho menos. Obvio.

Paso la crisis de Abril (si es que alguna crisis pasa alguna vez) igual que como llegó, sin tener ni la menor idea cómo.

Ahora dejo por escrito que siento que estoy esta bastante cerca de ser lo que hubiese querido que fuese hace 9 meses. La forma de llegar a ella quizá no ha sido la soñada: en mi cabeza "el juego" era mejor, sin tantos fallos, mucho mas vistoso pero la realidad (una vez mas) sabe más que yo: la primera semana de julio quizá sonría con la sensación de haber cumplido lo pretendido. Eso sí, lo que ya sé sin duda es que no voy a poder presumir, ni un poquito.

Y digo quizá porque pese a que la situación es buena, hace falta un segundo para que todo algo se venga abajo y ya ni sonreír pueda. Porque sí, porque pese a todo y con todo, sigo pensando lo mismo: aquí no se renuncia a nada, se va a por todo con todo. Y si se cae (Dios no lo quiera) no hay excusas. Hay errores.

Sigue habiendo un camino por delante.


¿Y hay algo mejor que ganar así? Lopo, Xisco y otros tantos nos han enseñado que no.

6 may 2015

MALDITO MAYO

Siempre he odiado mi manía de tomarme las tonterías a la tremenda.

Es entrar en Mayo y todo se viene encima.

Se acerca el final de liga, toda la semana pasa esperando que llegue el fin de semana y que se aceleren las pulsaciones echando cuentas sin descanso. Los nervios son insoportables pensando qué va a pasar, sufriendo por lo que de verdad está pasando

No sé la cantidad de horas que he pasado mirando la clasificación, el calendario y buscando la manera de hacer pactos con el destino para que no gane el Granada, pierda el Eibar y lo que es peor, que gane el Valencia. A esto hemos llegado.

Haga lo que haga, no depende de mi. Y pese a eso, no puedo evitar comportarme de tal manera que cuando llegue la hora del partido todo esté en orden para que la pelota entre cuando tenga que entrar y el poste la escupa hacia fuera cuando no me convenga.

Todo vale y nada cuenta. Así año tras año.

Se suponía que iba a madurar, que todo esto iba a pasar a un segundo o tercer plano en mi vida en algún momento pero qué va, esto duele mucho y además tiene muy mala pinta. Otra vez.

Llegará el lunes 25, me levantaré iré a hacer un examen, luego a trabajar, supongo que lloverá y aunque la vida seguirá su curso ya nada será igual. Lo que haya pasado esa tarde de sábado lo va a cambiar todo.

Todo se podría resumir en 2 palabras: tengo miedo.

¿Y que sería de nosotros si no tuviéramos miedo a lo que amamos? Miedo a perder lo que tenemos, miedo a no llegar donde pretendemos llegar.