25 jun 2013

CRÓNICA: MEDIA MARATON CIUDAD DE BURGOS

Burgos, ciudad cidiana fue la elegida para poner el broche a la que ha sido sin ninguna duda y con bastante diferencia la mejor temporada desde que estoy corriendo. Los motivos son varios, algunos de más peso que otros y no vienen al caso, pero pese a algunas dudas, no puedo estar más que satisfecho con la decisión. Fue desde todos los puntos de vista un fin de semana espectacular.

La diferencia entre viajar con corredores y no corredores es, básicamente que los segundos no son unos enfermos, llevan una vida normal y hay que acoplarse un poco a todo. Digo esto, porque el sábado no fue el día ideal para afrontar una carrera, pero ¡qué carajo! había que disfrutar y ya habrá otros días, otros viajes y otras carreras para ello.

Vamos a la carrera que la crónica tiene pinta que será larga.

3 vueltas a un circuito muy chulo, alrededor del río (con el hándicap de la humedad que ello implica) que solo abandonábamos para entrar en la plaza de la catedral, lo que significan unas vistas envidiables. El día amaneció prácticamente perfecto: alrededor de 13º, nublado con la única pega del viento que en algunos tramos pegaba algo fuerte de cara.

La salida se dio puntual, sin previo aviso sonó el pistoletazo de salida y al no ser muchos corredores (algo más de 300) antes del primer km ya estaba corriendo tranquilo sin tropiezos y buscando mi ritmo. El objetivo era ir el primer tercio de carrera a 4:10 y desde el segundo km de carrera (8:17) fui casi clavando los parciales junto a otros 2 corredores. 

Llegamos al km 7 (29:13) prácticamente como estaba previsto y abandono a mi compañero de viaje (el otro se ha descolgado un rato antes, tras el avituallamiento). Alcanzo a otro corredor que llevaba delante justo al pasar por línea de meta e inicio la 2ª vuelta con el objetivo de hacer los kms a 4:05.

Me noto aún con fuerzas y cómodo pese a que poco a poco van pesando los kilómetros. Estoy llegando ya a mitad de carrera (km 10 41:33) sigo al ritmo previsto. Cada vez sopla más viento y los 3 kilómetros "de vuelta" hacia meta se hacen duros. No ayuda ir solo, pero hay que seguir peleando.

A lo lejos hay un grupo de 3 corredores con los que poco a poco voy recortando metros, intento alcanzarlos para que me tapen un poco el aire. Los alcanzo poco después del km12 pero de poco me sirven, así que "no tengo más remedio" que abandonarlos y tirar para alante antes de completar la 2ª vuelta.

Paso por el km 14 (57:58) donde he perdido ya algunos segundos debido al viento. Hasta casi el km 17 el aire no va a molestar, así que aprovecho y hasta el 17 clavo los kms a 4. Cruzo por última vez el puente y vuelta a sufrir contra el viento. 

Este km se hace duro entre el viento y que la carretera pica ligeramente hacia arriba pierdo unos 10 segundos. Paso por la catedral precioso con bastante gente animando y llegamos ya a la larga recta de más de un km donde ahora el viento molesta muchísimo. Momento de apretar los dientes y dejar todo lo que queda dentro. Se hace duro, consigo pasar a 3 corredores y vamos todos sufriendo. Al final de la recta un giro a la derecha y una cuesta de las que se hacen con los dientes bien apretados sabiendo que es la última.

Los últimos metros son "a piñón" sé que estoy al límite de los 87 minutos y hasta el final he de intentarlo. Entro por fin en la recta final y por una vez no puedo recrearme, último sprint, últimos metros de la última carrera del curso. 

Cruzo la línea de meta con la enorme satisfacción de haberlo dado todo. Tardo aún unos pocos segundos en mirar el reloj, era prioritario recuperar aire, cuando por fin lo miro, objetivo conseguido: 1:26:57. Por un pelo.

No voy a negarlo, me queda la pequeña espinita de haberme quedado a 8 segundos de hacer marca personal. Pero hay que valorar todas las circunstancias y estoy muy satisfecho del nivel que he mantenido desde Septiembre. Ahora a recuperar bien y seguir trabajando para que el próximo curso sea aún mejor. Es el reto.

Saludos!

18 jun 2013

ILUSIÓN

Esta noche hablo en público así que debería estar preparando qué decir, sin embargo aquí estoy y es que no hay mejor momento para hacer algo que cuando tienes otra cosa más importante que hacer. 

Tengo la sensación de estar empezando una semana importante, de esas que si algún día fuese alguien tan interesante como yo que sé por ejemplo Sergio Ramos o Piqué para escribir una biografía (o dos) tendrían un hueco amplio, como mínimo una una o dos páginas.

Hay 2 tipos de semanas así. Las que molan y las que no.

Hace yo que sé, pon un año, o tres o cuatro, da igual; me dejó una novia, 5 días después me quedaba sin trabajo, 2 días más tarde se me estropeó la moto y al día siguiente, se rompió la bici. Bingo. Si, esa fue una de esas semanas que no molan. Pero siempre pensé que algún día acabaría escribiendo sobre aquello.

Esta semana por suerte es de las otras. 

Una semana que apetece; que puede acabar con una mejor marca en media maratón para la que llevo trabajando mucho desde hace meses, de esas que tienes marcadas en rojo en el calendario; de las que contribuyen a aumentar el optimismo, lo que ya de por sí es mucho.

Habrá que pelearlo mucho eso está claro, pero son estos momentos los que pocas veces valoramos y conviene de vez en cuando tenerlos en cuenta, al fin y al cabo, forman parte del camino y tienen su valor. Ítaca es esto.

Además, se ha abierto alguna nueva esperanza (brotes verdes que se suele decir) de forma inesperada que siempre ayuda y vienen bien.

Si, la caída puede ser muy dolorosa lo sé, pero habrá que arriesgarse.

Saludos!

8 jun 2013

UN AÑO, MIL BATALLAS

Si no te importa que la brújula marque un grado más o menos, posiblemente al cabo de un tiempo acabarás muy lejos de tu destino. (Martí Perarnau)

El imprescindible Martí Perarnau ha defendido a lo largo de toda la temporada que el Barça ha cambiado pequeños detalles que quizá le estén llevando a dejar de ser lo que todo el mundo le conoce: un día no presionas tan arriba, otro día el portero saca en largo, otro eres más vertical...y al cabo de unos meses, has dejado de ser tu. Esto en sí mismo no es ni bueno ni malo, simplemente es distinto y quizá tengas que pararte a reflexionar si quieres ser lo que eras o hacia donde estás yendo.

Decía Guardiola meses después de ganar la Copa de Europa que ese trofeo era fruto de muchísimos detalles, fruto del trabajo diario en los entrenamientos y de "hacer cositas", que el día que dejasen de "hacer esas cositas" el tiro de Iniesta en Stanford Bidge en lugar de ir a la escuadra, va al palo y fuera.

Se habla a menudo en el deporte de "morir de éxito" y muy poco de lo contrario; de la "muerte por fracaso". Quizá porque es algo que se asume como mucho más natural. El fracaso mata.

Pero claro, ellos son el Barça (o el Madrid) y se pueden permitir hacer muchas cosas mal y con eso "triunfar". Otros no tenemos esa suerte y por algo soy del Levante o del Depor cuando estás ahí abajo, un año malo tiene unas consecuencias terribles. Hace muy poco que lo he sufrido.

Y los años difíciles (por llamarlos de alguna forma) son como las meigas: "eu non creo nas meigas, mas habelas, hainas"; en épocas así, por mucho que intentes evitarlo, vas poco a poco dejando de lado algunos pequeños detalles, en ocasiones casi sin querer, otras porque por muy buena voluntad que le pongas no siempre se consigue ser quien se quiere ser.

Hay rachas en las que no se consigue casi nunca.

Dentro de este árido año en el que las cosas están entre bastante y muy difíciles hay una cosa que me ha mantenido muy cerca sino de conseguirlo, si por lo menos de no perder completamente la batalla, ha sido el entrenamiento diario.

La constancia, el orden, la perseverancia en los malos momentos cuando queda tanto por delante para intentar que las cosas vayan mejor o incluso para que todo acabe por estropearse son actitudes que valorar en estos meses. 

Sea como fuere mañana volverá a salir el sol, que decía el gran Manolo Preciado; así que hay que seguir luchando, porque por lo menos queda el consuelo de saber que aún no me he perdido del todo y que la esperanza de encontrarse, aunque parece lejana sigue estando presente. Porque aunque la brújula marque algunos grados de menos, muchos de los entrenos sirven para reajustar el rumbo.

Quien me sigue desde hace tiempo, sabe que me gusta esto. Valorar el trayecto sin la influencia del resultado. Así que es el momento adecuado, a poco más de una semana de enfrentarme al último reto de esta temporada, echar un momento la vista atrás y valorar en su justa medida el buen año de atletismo que he realizado. Es para estar satisfecho.

Hay que seguir. Pese a todo, con todo.

Saludos!

1 jun 2013

LA TONTERÍA DEL FÚTBOL

"En su vida un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de fútbol" (Eduardo Galeano)

Llevo toda la semana pensando qué escribir sobre lo que va a pasar esta noche y cada vez que me pongo delante de la pantalla en blanco, me suben las pulsaciones. Y así lo vas dejando pasar, llega el día señalado y casi cuesta pensar a penas 2 palabras coherentes seguidas.

Tenía una idea en la cabeza sobre lo que quería escribir, pero dudo mucho que salga algo ni siquiera parecido. No hago más que escribir y borrar.

Muchas de las personas que me quieren me dicen de vez en cuando que le doy demasiada importancia a esto, que no es para tanto, y bueno, estoy convencido de que tienen razón, pero hay cosas que uno ni puede ni quiere controlar.

Voy a poner un ejemplo. Hace 2 años, creo que era por el mes de Abril, me acosté un sábado a eso de las 6 o las 7 de la mañana, me desperté alrededor de las 14 horas del Domingo y cogí el coche para ir a Alicante a ver un soporífero Hércules-Dépor. Al acabar el partido me llamó un amigo, me preguntó cómo habían quedado y cuando le dije que perdimos 1-0 se reía. En ese momento pensé que si hubiese sabido seguro que ganábamos no hubiera ido.

Lo reconozco: llevo toda la semana con el pulso alterado, esperando que lleguen las 21 horas de hoy, que empiece a rodar el maldito balón y aunque sea una sola vez acabe dentro de la portería rival. Y ya está. Sueño con un final feliz. 

Ha sido "deportivistamente" hablando un año una temporada larguísima y durísima. En Febrero yo había perdido completamente la esperanza de estar hoy donde estamos. Solo me quedaba un resquicio: a veces cuando la lógica indica que solo puede pasar una cosa, pasa la contraria. Es una afirmación irracional, paradójica, pero sucede. De vez en cuando. Y Dios quiera que hoy sea una de ellas.

Voy a dar más argumentos a los críticos del fútbol: suelen decirnos a los futboleros cuando nos ven tan alterados por un partido: "¿qué más te da? Tu no ganas ni pierdes nada, son ellos". Quizá tengan razón, pero voy a confesarles algo: cuando gana tu equipo la alegría no es ni la mitad de intensa que la tristeza y la decepción que se siente cuando la que se te presenta al final del partido es la derrota.

Llevo un año complicadísimo, muy difícil en muchos sentidos, las alegrías cada vez son más escasas pero si hoy, la cosa acaba bien (no las tengo ni mucho menos todas conmigo) todas esas cosas seguirán sin duda estando ahí, pero pesaran menos. Mucho menos.

Y aunque le dedicaré seguro un post aparte, no quiero olvidarme, he de hacer mención a uno de los pocos ídolos que me quedan, que hoy se va y del que supongo que cuando sea mayor hablaré a todo aquél que tenga a bien escucharme: DON JUAN CARLOS VALERÓN. Gracias.

FORZA DEPOR!