14 oct 2014

QUISIERA SER CONSECUENTE

Vaya por delante que intento evitar publicar nada un Lunes. Si esto de tener contada la vida aquí en internet es ya un hecho difícil de manejar y en el que constantemente se cae en el ridículo; lanzar un texto el mismo día que puedes leer a Tallón o Enric González entre otros es una frivolidad que uno no debe permitirse.
Pero aquí estoy.

En segundo lugar he de añadir que hace unos días comencé a escribir convencido de publicar un post que pretendía fuese algo decente y de repente me di cuenta que estaba hablando de amor ¡YO! ¡AQUÍ! ¿¿¿Pero qué me está pasando??? Por suerte aunque permanecen algunos restos en el borrador, volví a entrar en razón minutos antes de darle al botón naranja que dice "publicar". 

Qué alivio.
¡La foto es mía!
La cuestión es que estas últimas semanas de "grandes cargas de trabajo" estaba intentando esconder(me) que en cierto modo he caído en la auto complacencia y se me ocurren pocas cosas peores en las que caer.

Aunque alguna hay, desde luego.

Escribía no hace mucho que la balanza esfuerzo-resultado estaba descompensada, que sinceramente sentía que la balanza estaba descompensada y que había demasiado esfuerzo para tan poca recompensa y que justo por ese motivo era muy importante seguir e incluso aumentar el esfuerzo hasta que la balanza se equilibre o incluso, quién sabe, se descompense y tener más de lo que merezco.

Pues bien, ahora que empiezo a ver algo de luz, que empieza a oírse el murmullo de los altavoces junto a la meta* y de repente ( ¡ay la incongruencia!) he bajado los brazos más de lo que debería.

Aquellos viejos fantasmas que una noche creí dejar encerrados para siempre en un cuarto oscuro y candado han averiguado la clave y se han presentado sin avisar.

Pero aun no es tarde.

*¿Qué es la meta si no una nueva línea de salida?
* Se hizo tarde, ya es martes. Uf.

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