3 abr 2025

PREVIA: WIZZ AIR MILANO MARATHON 2025

Me hace mucha ilusión escribir este post, tantos años después de empezar con este blog, tantas vueltas dadas a la vida y vuelta al origen. Cuántas cosas han pasado, cuánto ha cambiado todo desde que empecé y, aquí estoy escribiendo por lo que lo inicié, aunque todo sea distinto.

Supongo que cuando lo publique todo el trabajo estará hecho ya, pero escribo estas líneas antes del último entrenamiento. Como cada uno de los que he corrido ha sido todo un viaje. Momentos buenos y malos, lo único que tienen en común es que lo he disfrutado. El resto, son todas iguales: cada una ha sido diferente y siempre con resultados impredecibles.

Es muy tentador hablar del maratón como un reflejo de la vida, pero realmente me gusta más el maratón que la vida: el primero me da la oportunidad de elegir las batallas que disputar; sin embargo la vida no tiene costumbre de pedir permiso, simplemente te saca a bailar sin importarle tu estado de ánimo y no existe la posibilidad de renunciar.

Pero ya me estoy poniendo más intenso de lo que una carrera soporta. 

Mañana salgo hacia Milán. Cuando empecé a preparar esta carrera allá por el mes de diciembre, calculaba que me llevaría mucha ilusión y algunas dudas en el equipaje, pero el resultado ha sido más bien al contrario: muchas mas dudas que ilusiones son las que me van a acompañar en la carrera.

Suele escucharse que el trabajo siempre da resultados y hace tiempo que me doy cuenta que no siempre es así. A veces te esfuerzas, das el máximo y los resultados no acompañan. Es frustrante, pero la vida no es justa. Para bien y para mal. Que ha habido veces que he conseguido más de lo que merecí.

Empezó en diciembre: he sacado horas de donde he podido: levantándome antes del amanecer para entrenar en el gym, acumulando kilómetros a mediodía, madrugones los fines de semana para los famosos largos maratonianos. Todo para conseguir correr en Milán el tiempo soñado. Y no va a poder ser.

Marzo ha sido frustrante: desde el entrenamiento del 9 de marzo todo han sido molestias, y apenas he podido sumar kilómetros a los ritmos que esperaba. Por intentarlo no ha sido: fisio, hielo, calor, masajes... pero hay veces que el cuerpo no responde. Y no ha respondido.

Un buen coach ahora explicaría que el trabajo que no ha salido ahora, dará sus frutos más adelante, pero nadie me lo puede asegurar. Y, además, yo lo quería ahora.

Así que me presento en la línea de salida lejos del estado de forma que quería, será un nuevo reto, gestionar una carrera tan larga lejos de mi mejor marca y disfrutar los kilómetros.

No es la batalla que elegí, pero es la que tengo delante. Me pondré en la línea de salida sabiendo que no será la carrera soñada, pero será la mía, y eso no me lo quita nadie. Así que, como dicen por allí cuando las cosas no salen: testa bassa e pedalare.

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