15 feb 2013

UNA NUEVA ETAPA

Hace ya mucho tiempo, no recuerdo cuando pero seguramente durante el primer año de este blog, contaba el cambio de mentalidad que me hizo dar el paso definitivo a ser más constante como corredor.

Fue algo tan sencillo como asimilar que un entreno no se puede aplazar: lo que no entrenas hoy, ya no lo entrenas nunca, simplemente pasa y lo pierdes. Mañana harás el entreno de mañana, pero el de hoy ya no lo haces nunca.

Es algo muy personal, sé que para mucha gente esta mentalidad no significa nada, no hace cambiar gran cosa, pero para mi fue clave, dejé de de encontrar excusas y empecé a encontrar motivos. Y así empezaron a llegar retos, kilómetros, sueños e ilusiones.

Pero claro, no todo es tan sencillo.

La vida es muy larga, las circunstancias van cambiando, se pasan algunas épocas, se cometen errores. Y no siempre se puede mantener la motivación siempre alta, se falla. Se supera y se vuelve. ¿Que no pasa nada? Claro que pasa, todo cuenta para bien y para mal.

A lo que íbamos. Uno empieza a superar retos y kilómetros e inevitablemente, casi como una progresión natural, como quien se toma una cerveza con una mujer y al rato descubre que será el primero de incontables momentos juntos; se encuentra frente a frente con la maratón. Cuando se llega a ese "momento" prácticamente da igual qué pasa por tu cabeza, una maratón por sí misma podría decirse que es ella la que te da la motivación para seguir, salir y correr. Quieres que el día sea grande de verdad.

Llega el día y como todo en esta vida, pasa. ¿Qué viene después?

Aquí en este punto es donde más contento estoy de mi última maratón, el que creo que es el gran éxito de la misma. Suele venir un bajón, muchos lo hemos vivido, tras la maratón y todo el esfuerzo que conlleva viene una época que baja la motivación y hay veces que se hace casi "imposible" salir a entrenar.

Bien es cierto que después de una maratón hace falta un periodo de descanso tanto muscular como "de coco" pero también es verdad que hay veces que se prolonga más de la cuenta. Hasta el momento, cada reto que has llevado a cabo ha sido superior al anterior pero llegas a la maratón y (aún a riesgo de arrepentirme, lo diré) te das cuenta que no hay nada más grande que una maratón. 

Parece (es) muy bonito, pero, ¿cómo continuar cuando has llegado a lo máximo?

Vale, es verdad que siempre te puedes superar, pero seamos realistas, pasará tiempo hasta que pienses en ello, es momento de disfrutar lo vivido y pasarán muchos meses hasta que puedas "ponerte a ello".

En mi tercera maratón, he conseguido salvar este obstáculo, dando un paso más, volviendo a cambiar la mentalidad. Ahora se trata de disfrutar cada día, cada entreno, superándome con el simple objetivo de disfrutar con lo que hago e incluso diría que no solo mejorando yo cada día, sino también haciendo que cada día sea mejor.

¿Los retos? Llegarán. Seguro.

Saludos!

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