3 may 2022

BANQUILLAZO

Cuando era niño y me preguntaban qué quería ser de mayor, lo confesara o no, siempre pensaba que el mejor trabajo del mundo era el de tercer portero de un equipo de primera división: a poco que te paguen da para vivir bien, te dedicas a hacer deporte todos los días, tampoco hay que madrugar demasiado, estás en forma y, además, muy mal se tiene que dar para no ya para jugar o liarla, sino para ir convocado: fines de semana libres.

Quizá no es algo que pensara solo de niño. 

Aunque entiendo que hay quien tiene otras aspiraciones en la vida y siente la frustración de estar en el banquillo.

Comprendo a aquél que llega a un club nuevo con todo lo que implica: adaptarse a otra ciudad, a veces hasta un país distinto con las maletas llenas de ilusiones y ganas de jugar; hacer bien las cosas y saber hasta dónde eres capaz de dar. 

Y pasa que no siempre las oportunidades se dan. Muchas veces uno sabe que no el problema no es que no trabajes o lo quieras lo suficiente, porque a veces lo quieres demasiado. Pero hay cosas que no dependen de ti. Nadie te puede asegurar que nada vaya a cambiar.

Pero tienes que seguir porque si bajas los brazos sí hay algo que tienes asegurado.

Otras veces tienes oportunidades en circunstancias adversas, e incluso pasa que tuviste una oportunidad y las cosas no salieron como pensabas. Y cuesta volver a encontrar otra.

Hay otros que llevan años en el club, lo conocen bien. Han dado su esfuerzo, compromiso y, conocen bien sus limitaciones dando buen rendimiento hasta que el club decide traer a otro que no siempre está más capacitado, pero todos sabemos lo que gusta la novedad. A mí me pasa con los libros: los que me apetece leer son los que están en librerías y no en casa.

Será justo o no, pero es una realidad ante la que poco se puede hacer.

Hay algunos también que tuvieron la oportunidad de irse a otro sitio, y al plantear la posibilidad se les dijo que no, que lo necesitaban en el equipo este año. Después de algunos meses en los que no entiende muy bien para qué lo necesitaban, la situación no es lo que se esperaba.


Cuando vivo estas situaciones en las que las cosas no salen, (que pasa más de lo que debería), siempre pienso que lo peor no es la frustración del fracaso. Eso es algo que se puede llevar. Lo jodido es que siempre aparece alguien que saca la bandera del discursito, el inconfundible capitán a posteriori. 

Cuando hacen falta soluciones realistas a tiempo, no se le ve. Debe estar ocupado dando lecciones a otros que no las necesitan.

Porque a estas altura nos las hemos visto de todos los colores.

1 comentario:

joseph natural runner dijo...

había una persona a la acuñábamos de "profeta del pasado"
por ese motivo