11 dic 2012

EXTRACTO DE UN LIBRO


KM 33:

Ya van pesando los días; nos acercamos al temido “muro” que de hecho ayer empezó a notarse.

Cualquiera que haya corrido una maratón sabe que cuando llegas alrededor del km 32 las cosas se ponen “serias”, llegan los momentos más críticos y hay que ser muy inteligente para saber medir muy bien los esfuerzos. Son los metros clave, es ahora cuando vas a saber si “te has pasado” al principio y te faltan fuerzas (aunque esta vez sabemos que no es el caso). Eso sí, a la vez son los momentos más bonitos y que mejores recuerdos deja el paso del tiempo.

Así, es importante apretar los dientes de vez en cuando para evitar que una pequeña pájara borre el buen recuerdo de lo hecho hasta ahora. Aunque la meta parezca lejana –aún no se ve- la felicidad está muy cercana.

Ajmer no nos ha gustado nada y como digo, pesa el cansancio así que decidimos no poner el despertador porque tampoco hay mucho más que hacer aquí. En la guía hablaba de Ajmer como una “ciudad de paso” y no nos ha sido muy complicado comprender el motivo.

Cómo no, antes de las 9 ya estoy despierto pero hasta casi las 10 no nos movemos y en esta ciudad solo nos queda desayunar, salir del hotel y a las 12 ya estamos en el tren –casi una hora antes de la salida-.

Son menos de 3 horas de viaje además muy cómodos ya que vamos solos en el compartimento (de 8 personas) y casi solos en el vagón. Eva y Blanca se duermen, mientras yo disfruto del paisaje. Llegamos a Jaipur capital de la provincia del Rajastán que nos recibe lloviendo. Es una ciudad grande, no nos cuesta encontrar un tuc tuc y vamos a buscar hotel. 

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