30 nov 2012

UN PASTEL ENORME

En el muy recomendable Informe Robinson sobre el rescate a Iñaki Ochoa de Olza, cuenta una amiga del protagonista que para él, subir una montaña era "como comerse un pastel" que llegar a la cima no era ningún fracaso, pues la cima era solo "la guinda" y si se tenía que dar la vuelta no suponía ningún fracaso pues había disfrutado durante todo el ascenso.

Y en eso estamos, comiéndonos el pastel de la maratón.

Hace casi 15 días estuve acompañando a unos amigos y disfrutando viendo como otros se comían la guinda del suyo, lo que me ha dado aún más hambre y más ganas de seguir currándomelo para disfrutar cuando llegue mi momento.

Los ingredientes de este pastel son muy variados: series, fartleks y sobre todo rodajes, muchos rodajes y acumular la mayor cantidad de kilómetros sin pasarse, rozar de alguna forma tus propios límites.

A poco que te metas en este "mundillo" y su propio argot, empiezas a oír que hay muchos tipos de entrenamientos: el entrenamiento cruzado, el entrenamiento invisible, e incluso últimamente el que yo he bautizado como entrenamiento secreto que es el que haces a escondidas sin que nadie se entere para que no te tomen por loco (más de lo que ya lo hacen) ya sea por el horario o por las condiciones climatológicas en el que lo llevas a cabo.

La verdad, estoy quizá en uno de los mejores momentos físicamente de mi vida, nunca había acumulado tanto entreno seguido a tan buen nivel, y mi preocupación ahora es conseguir mantener -e incluso mejorar si puede ser- este estado durante 7 semanas más. Si algo tengo claro, es que fácil no será.

Cuando digo que no será fácil, hay gente que me mira incrédulo. Pero es cierto, si algo he aprendido del deporte es que no puedes dar nada por hecho antes de que pase; absolutamente nada, en cuanto empiezas a dar algo por hecho, estás dando el primer paso para que no ocurra.

Así, empieza ahora la fase más importante de los entrenos; más que nunca pese al frío, a todos los obstáculos que vayan apareciendo en el camino, no puedo "tirar la cuchara" y habrá que seguir comiendo esta tarta que tanto me gusta.

No será fácil, pero valdrá la pena.

Saludos!

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