Dice mi admirado Tallón que "sin basura, no hay autobiografía". Así que hoy voy a empezar poniendo mi mierda encima de la mesa, que además sé que estas anécdotas gustan. Ambas son del primer mes aquí.
La primera fue una tarde al volver de Inverness llegaba yo muy contento; mi jefa me preguntó cómo me había ido y le dije que había perdido una academia nueva mejor que la que había visto la semana anterior. Sí, quería decir encontrado.
Otra mañana durante el trabajo le pedí a mi compañera la llave del sillón en lugar de la del armario.
¿Te hace gracia? A mi no. Pero sigo.
Como veis, no me puedo quejar. Me he topado en general con gente amable y paciente. Tengo muy buen concepto de los escoceses y dicho sea de paso: he descubierto un gran país, Lituania (pero eso es otra historia).
Aunque a veces creo que en la amabilidad quizá influya de dónde vengo (cuando menos te lo esperas, la Marca España sale a tu rescate) es algo que supongo que nunca llegaré a saber con certeza. Si en España decimos que los niños vienen "con un pan bajo el brazo"; aquí deben venir con un billete al Sur de España. En los casi 3 meses que estoy aquí, creo que no he conocido a un escocés que no haya estado en Andalucía o en su defecto Alicante. Es impresionante.
Cuenta la leyenda que aquí hubo un día que iba a salir el sol, se entretuvo un momento a ver si había algo interesante en facebook y cuando se quiso dar cuenta, ya había vuelto a anochecer. No es algo que esté confirmado, pero yo me lo creo.
Hoy es el día que más pronto anochecerá (15:29) a partir de aquí, el día deja de encogerse por detrás, ahora ya solo lo hará por delante y en breve, poco a poco el día irá alargando. Será un gran alivio.
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