Hace unos días (o semanas) contaba Áxel Torres en twitter que la noche que su equipo subió a 2ª mientras lo celebraba ya estaba sufriendo por el posible descenso del año siguiente. Algo así me pasa a mí.
Uno de los primeros pensamientos que me vino a la cabeza nada más acabar Siete Aguas es que acababa de poner el listón demasiado alto para el año que viene. Eso sí, que lo pensara no me quitó la gran sonrisa que aún hoy mantengo.
Contento es poco. Muy poco.
Hacer una crónica de una carrera que ha ido bien, es también más difícil que de lo que sale bien. Es la realidad.
Hoy tiene un sabor muy especial, no me apetece contar cómo fue la carrera. ¿Qué mas da? Que si salí a ritmo cómodo; que si pensaba que guardaba fuerzas y allá en el km 9 intenté cambiar de ritmo y mis piernas se rieron de mí; que si hice los últimos 3 kilómetros con la zapatilla desabrochada; que si sufrí como un perro para disfrutar como hacía muchísimo los últimos 500 metros. Qué si hice 7 minutazos menos de lo que tenía allí; que si...
Que sí, que fue una carrera genial. Pero hoy solo me apetece contar que estoy feliz (que además ganó el Depor, joder) que sigo entrenando mucho, pese al calor y pese a todo lo que se ponga por medio.
Que no sé si habrá sido mi última, penúltima o solo una más de muchas carreras pero si sé que saboreé cada metro del principio al fin. Que Siete Aguas mola muchísimo y siempre molará.
Quedan 2 semanas de Agosto para seguir entrenando mucho y bien. Esto sigue no sé hasta cuando, pero sigue.
Me ha quedado una crónica cutre, pero estoy un poco menos cenizo que al principio. Me durará un rato.
Saludos!
Fotos: http://tinaysern.blogspot.com.es/
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