11 oct 2013

PRIMERA SEMANA EN CALEDONIAN

Hoy empiezo con un enorme agradecimiento a todos los que me escribisteis en la "libreta verde". Es de los regalos que más ilusión me han hecho en la vida. Muy especialmente quiero darle las GRACIAS más grandes que se pueden dar a la persona que tuvo la idea. Fuese la que fuese, porque a día de hoy lo desconozco.

Tras este momento miss, seguimos.

Decía en mi anterior entrada que no hay nada que admirar en este proyecto. Como dice un amigo, hay veces que un hombre tiene que hacer lo que tiene que hacer. Y al fin y al cabo lo que me he traído aquí (entre otras cosas, claro está) son un buen puñado de fracasos y eso conviene no olvidarlo. Que la situación en España es la que es vale, pero esto de estar culpando siempre y solo a los políticos (y banqueros) a mi no es que me canse. Es que en mi caso, no es (toda) la verdad.

Porque cuando hablo de fracasos, no hablo solo de los laborales, hay muchos más: los hay también rubios y morenos, por poner algunos ejemplos no muy lejanos y fáciles de entender.

Pero bueno como dice el grandísimo Xoan Tallón: "así se escriben las vidas, tratando de huir de los fracasos fáciles" así que ale, puestos a fracasar, que sea a lo grande; y bueno, quien sabe incluso hasta es posible que haya éxito... Ahora que lo pienso, esto de correr tenga que ver también con esto. Quien sabe.

Ayer pensaba que con tanto acojone, en realidad no había empezado a asumir realmente lo que significa estar aquí tan alejado de todo, de todos y tanto tiempo (en principio). 

Así que mientras intento asimilar tanto cambio, esta mañana antes de las 9 salgo de casa y mientras andaba por la calle con las manos en los bolsillos y los hombros ligeramente encogidos para protegerme del frío, un escocés ha parado su furgoneta para preguntarme por una dirección y lo mejor (peor) es que si la sabía y se lo he podido decir. 

La situación cuanto menos, curiosa.

Ya una semana aquí, no se me ha hecho ni corta ni larga sino todo lo contrario. Y es que, como buen corredor de fondo, los primeros kilómetros hasta que el cuerpo "se calienta" son siempre incómodos, las sensaciones no son buenas del todo, pese a que prácticamente todos los objetivos que tenía los he cumplido.

Maldita escuela estructuralista que tan asimilada tengo con sus objetivos a corto, medio y largo plazo.

Vivir en el extranjero hace que sea casi todo más difícil. Casi todo, no todo. Por ejemplo hoy he conseguido algo que nunca me había pasado en España: una camarera me ha dado su contacto. Con una sonrisa. Y sin insistir.

Saludos!

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