Un día sin más, un Domingo cualquiera. Tres historias que contar.
1. Ayer era un día especial para Valencia. Sí, ese día que tanto cabrea a algunos por los cortes de tráfico pero que tan buenos recuerdos me trae a mí y tan imprescindible es en toda ciudad que se precie.
Un día en que se juntan tantas ilusiones, trabajo y esfuerzo en los poco más de 42 kilómetros. Tantos amigos, conocidos y algún familiar estuvo ahí. Emocionante desde la distancia. Muchos recuerdos del año pasado acompañando en su debut a dos cracks y muchos recuerdos del que fuera hace más de 3 años mi debut.
Por cierto, me quedó una crónica chula.
2. Cuando vine aquí no sabía ni cómo, ni cuándo, ni cuánto; pero tenía claro que quería seguir corriendo. A los pocos días, me di cuenta que un objetivo ambicioso pero factible era intentar correr la mitad de los días. Llevaba desde la primera semana persiguiéndolo. Ayer lo conseguí; ahora queda lo más difícil: mantenerlo.
El día para lograrlo fue significativo.
3. Hay días que se juntan muchas cosas. No es necesario ni tan siquiera que hagas nada. Son días que te atropellan.
Llegué a Escocia pensando que el país en el que más tiempo había estado sin salir -obviamente sin contar España si es que se consideramos España como país (tenía que decirlo, disculpas)- era India. No estaba muy seguro que fuese a superarlo. Fue ayer. Si queréis, podéis preguntar cómo lo he hecho, pero la verdad es que no tengo ni la más remota idea.
Hecho está.
PD: algún día haré esa lista de países, es curiosa.
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