Últimamente me he dado cuenta de que nunca me he tomado a mí mismo en serio. Creo que fue la manera que encontré de evitar muchas algunas decepciones. Como todo en esta vida, es un estilo con sus ventajas y sus inconvenientes (más de lo segundo supongo) pero bueno, quizá por ello me abrí un blog sobre correr.
Iba a escribir aquí que es una de las ventajas, pero no estoy seguro de ello.
Ya comenté el otro día de pasada que me estaban acompañando las buenas sensaciones cuando salía a correr en Enero. Por lo que tras varios días en los que cada vez me iba encontrando mejor, he dado un paso más y llevo unas dos semanas entrenando para correr de forma decente el medio maraton de Inverness. No me voy a parar ahora a explicarlo porque creo que sencillo pero para mí no es lo mismo salir a correr e ir a entrenar, son cosas muy distintas.
La semana pasada, hubo dos hechos en dos días distintos anecdóticos, sin mayor importancia que la que tienen pero a la vez muy significativos. El primero de ellos es que el Lunes salí a correr. Un rodaje tranquilo a primera hora de la tarde como cualquier otro de los incontables que he hecho en los últimos años. Solo tenía una cosa particular: por distintas circunstancias llevaba sin poder "ponerme las zapas" un Lunes desde Octubre.
Sé que es un detalle, una tontería si quieres, pero toda la carga simbólica que traía poder salir ese día hizo de ese rodaje uno de los más felices en tiempo.
Si los rodajes de los lunes se quedaron en Octubre, las series estaban más lejos, bastante más. Así que el miércoles aprovechando que no hacía ni frío ni calor (unos 0º) salí a tachar una de esas tareas pendientes. Si bien no fueron ni muchas ni muy rápidas ni muy largas, sirvieron para que el cuerpo recordara cómo se hacía esto y tengo la intención de mejorarlas estas próximas semanas.
Si bien no todo es tan positivo como parece: por lo general mi trabajo está por debajo de mi capacidad para el mismo y el atletismo no es una excepción. Algunos días vence la pereza disfrazada de circunstancias externas y en mis cuentas falta algún entreno y hace tiempo que aprendí que entreno que pierdes, entreno que no recuperas. Nunca.
El deporte, la vida, no perdona. No hay circunstancias que valgan, lo decía Michael Jordan "si no estás mejorando, estás empeorando".
Pese a que voy a llegar bastante lejos de mi mejor forma, la pelea estas semanas será por lograr la menor pérdida posible.
Y puede salir una carrera chula.
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