Muchos me preguntan o me preguntáis ¿Por qué corres? Hay un deportista que suele contestar a esa pregunta con esto: "Y tu, ¿por qué as dejado de correr?"
Yo, la verdad es que no tengo ninguna respuesta en concreto, son tantos y, a la vez, tan pocos los motivos, que no suelo tener respuesta, pero hoy ha sido uno de esos días en los que ha aparecido una respuesta:
Hoy es uno de esos días de los que tengo de vez en cuando, en los que durante todo el día siento algo que me oprime el pecho, que hace que nada vaya bien, y aunque vaya bien, lo veo con pesimismo.
Es como un puño que como ya he dicho, me oprime el pecho a la vez que me acelera el corazón, hace de días así, días como dice el gran Ismael, "tristes, grises y opacos".
Hace no mucho, ni sabía ni podía solucionarlos, sin embargo, hoy ha sido tan fácil como bajar a entrenar, 8 kilómetros rápidos e intensos, descargándolo todo, despejando el perolo y a sentirme más feliz que una perdiz.
Mañana será un día mejor que el de hoy, lo se.
Saludos!
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