11 may 2008

CRÓNICA ORRIOLS by ISRAEL

Con bastante retraso, aquí está la crónica de Israel de la primera carrera del circuito, (es algo larga, pero vale la pena), disfrutadla:
Eran uno, dos y tres … y ahora cuatro, cinco y seis también… y hasta más de tres mil!.
Pero es que ya nadie piensa en los niños! Nadie les ha avisado todavía de que aquellos héroes perrunos y gabaxos con florinete han dejao de correr a caballo porque ………..no les hace falta!

Aquel día le recordaba al autor de esta tragi-comedia (estilo narrativo elegido por el menda porque así se le podría llamar a lo que ocurrió el domingo) a su tierra gris y lluviosa y se alegraba de que justo por un día lloviese a mares. Se respiraba una tensión sana en el ambiente y además eran las ocho de la mañana de un domingo dominguero. No era cosa ya de niños (como cuando entrenaban en el colegio los mosqueteros) porque iban a competir con sus rivales escondidos en mayas negras y ajustadas y entrenados pa dejarles los últimos si tuvieran ocasión; y eso era motivación señores, auténtica motivación suficiente. Y así fue.

Con seis pares de (razones) en total, se dejaron caer por el lejano barrio orriols y en una volta a peu ,que dicen los valencianos, dispuestos a dejarse la piel hasta las suelas pero con mucho arte, propio de su título caballeresco. El comienzo fue difícil pues empezaron rodeados por sus dignos oponentes (el resto de participantes) y no había escapatoria posible, sólo enfrentarse al momento; entonces lo más inteligente fue unirse contra el enemigo y demostrar que ya estaban listos para la prueba, y por eso lo primero antes de nada gritaron su himno: Uno para todos y todos para uno! Y se dispersaron.

El capo era el famoso chicho terremoto que en lugar de baloncesto practicaba el atletismo, él fue la cabecilla pensante y liante , el ultimo responsable de aquel follón en el que ahora se encontraban nuestros valientes amigos. Le gustaba alardear de su físico y sus técnicas; pero deseaba poder contar con su equipo, que estaba formado por:

Un gran hombre en todos los sentidos, el valiente Asensio, que sólo con participar sin casi haber entrenado (le salvaba una tarde previa, que por cierto fue bastante graciosa para el autor por sus conversaciones colaterales y posteriores con el capo: eh David, si, tu enano) ya suponía un orgullo para el resto.

A este le acompañaba en nivel un tal Pepe, también natural de San Andreas y que tuvo la desdicha de sufrir un terrible accidente justo antes de empezar por el que casi pierde una pierna y al que supo no darle ninguna importancia para poder llevar a cabo su cometido, su carrera, todo un héroe señores.

En mejor forma se encontraban nuestros otros dos integrantes del equipo: Nacho y Carlos. Correr junto a ellos era como ir a ver una actuación del club de la comedia porque nada mas empezar el Perales pedía a gritos parar porque tenía un flato y Carlos quiso animarle saltando a la vez que tiraba sus “nitros” por el culo pa coger velocidad.
También estuvo presente el autor asturiano al que ahora sus apañeros de piso en valencia le apodan “hijo del viento” (para reírse de su osadía de querer terminar con su barriga, ya de siete meses, que es todo un aborto, a base de escapadas nocturnas y temerarias pa correr como forrest gump alrededor de una peazo de fuente).

El circuito tenía poco más de siete kilómetros (que multiplicado por 6 miembros del equipo hacen un total pues como de aquí a ibiza pero morir ahogados por el camino, claro) en “dos vueltas” bastante mal señalizadas por cierto y dicen las malas lenguas que éramos mas de tres mil participantes.

Fue todo un espectáculo, lo que se llama vulgarmente evento deportivo, y un auténtico ritual recoger el dorsal y el chip ( aunque tanto en esa parte como en lo del equipamiento todavía estaban bastante verdes “algunos” mosqueteros).

Allí estaban todo tipo de contrincantes: chavales, mociñas, paisaninos mayores… y algunos eran como auténticas malas bestias del deporte porque te pasaban al lado dejándote atrás como adelantaría un Ferrari a un Toledo y lo peor es la rabia de pensar que igual eran octogenarios!.

La carrera no fue igual para todos ( y no me refiero a los tramposos que atajaban donde el tranvía) porque cuando los superhéroes se juntaron en el bar pa comentar las hazañas y de paso engullir croissants con bechamel cada uno contaba anécdotas diferentes, lo que unía bastante al equipo (uno para todos).

El capo, aún a pesar de su corta zancada iba con los “escapados” (o eso cuenta él) y el resto con el pelotón pero por separado. Hicimos lo que pudimos pero no todo lo que podíamos haber hecho, nos reservamos pa la siguiente volta ( que al asturiano y al Asensio se les paso volada). Ahora ya todos miran al quince de mayo!

P.D. : Entre tanto entusiasmo por correr ( culpa en gran parte de la descarga de endorfina tras las carreras ) cabe mencionar al hombre cojo y con muletas que vio el asturiano nada más terminar la volta. Ese si que hace su propia carrera todos los dias y sin dorsal ni mariconadas!.

Espero les guste el escrito lectores.

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