Pues sí, hemos sobrevivido al tremendo fin de semana que se planteaba y aunque sigo al límite, los ánimos están por las nubes, que al fin y al cabo es lo más importante.
Tengo una tendencia -se que no soy el único- a caminar en el alambre, a dejar las cosas para última hora y claro, llega el punto en que solo nos queda apelar a la épica, esperemos que sea suficiente.
Así que el calor nos va a venir muy bien, todo lo que contribuya a la épica, hará de nuestras victorias algo memorable, y eso me gusta. Si no llegan, será el momento de hablar de la grandeza que tienen las determinadas derrotas.
Confiemos en que eso no llegue.
Saludos!
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