Reconozco que hace unos días escribí un post que no me atreví a publicar, quien sabe quizá más adelante salga a la luz. Ahora de momento está guardado en un cajón a buen recaudo.
Hoy, he participado en una carrera de una forma distinta a como lo he venido haciendo a lo largo de estos años como runner: he colaborado con la organización en el montaje y desmontaje del circuito.
Ha sido una experiencia distinta vivir la carrera desde un punto de vista nuevo. Querer que las cosas salgan bien y observar en las caras de los corredores lo vivido en carne propia tantas y tantas veces: sufrimiento y alegría.
A partir de aquí, me gustaría contar que ha sido una gran experiencia y de la que he sacado un montón de conclusiones, pero la realidad a veces te espera sucia y fría.
Ha sido, la verdad, algo intrascendente: he ido, he cumplido y me he vuelto tranquilamente a mi casa. He cumplido con algo que quería hacer desde hace tiempo; aquí pegaría muy bien aquello de "sin pena ni gloria".
Aquí acaban mis 6 días de vacaciones. Mañana (en unas horas) le damos al PLAY y no hay stop en unos meses.
Saludos!
PD: Este post ha estado apunto de llamarse: "La intrascendencia"
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