13 ene 2012

YO TENGO UN PLAN (II)

En vista del arrollador éxito (?) del texto publicado ayer sobre los planes, me he visto obligado a repasarlo (algo que por cierto no hago muy a menudo) y al hacerlo, me he dado cuenta que hay algunas ideas que no quedan muy claras y otras que están ausentes, por lo que me veo obligado a hacer una segunda entrada aclaratoria.

Ahí va:

1) Un buen plan no garantiza el éxito, ni mucho menos, pero te da muchas más oportunidades de conseguirlo; en resumen: te acerca a él.

2) Un buen plan es flexible, los acontecimientos que van sucediéndose y te obligan a adaptarte a la situación. Cambiar, evolucionar o mejorar algunos aspectos es clave, eso si, sin renunciar a la esencia del mismo.

3) ¿Con un plan equivocado, se pueden alcanzar las metas? Rotundamente si, pero es más difícil, mucho más difícil, aún así se puede lograr, sin duda. Ejemplos de ello hay todos los que quieras.

4) Sin plan, no se llega al éxito, de esto también soy un convencido aunque para justificar esto, debería entrar en el concepto de "éxito" y esto sería tema de otro post (anotado queda).

y la que quizá sea la más importante de todas
5) ¿Es todo esto una soberana tontería? Seguramente, pero también te digo que con este tipo de cosas hay gente que se gana la vida: conferencias, libros y demás. Yo te lo doy gratis. Pues eso.

Saludos!

3 comentarios:

Pepe dijo...

Primero de nada gracias por la gratuita conferencia señor gurú de la vida ;)

Después, veo que vuelves a tratar el tema de no perder la esencia y luchar por lo que uno es o quiere llegar a ser. Me gusta, pero es tan difícil no perder la esencia, no hacerse mestizo... cuanto más claras tienes las cosas, más gente te cruzas en la vida que te hace replantearte algunas de las cosas que crees inamovibles o innegociables. ¿Cómo sobreponerte a los momentos de tristeza que te hacen querer abandonarlo todo? ¿Cómo levantarte después de una mala caida? Quizás la pregunta es mas bien ¿por qué?

Creo que siempre me han gustado las explicaciones elocuentes, rebuscadas y brillantes, pero me da que esta vez, como casi siempre, la respuesta es sencilla y no se puede (al menos yo no sé como ) plasmarla con palabras. Es mas bien un sentimiento de querer prevalecer, de pelear un poco más. De no dejar que otros tengan la última palabra.

Djalma dijo...

Replantearse no es perder la esencia. Es crecer.

La esencia, el estilo, lo vas completando, puliendo. Añades algunas cosas, reciclas otras y algunas más las abandonas. La vida misma.

Una buena amiga me dijo un día no hace mucho: "la diferencia está en como nos levantamos".

Son tiempos duros: ¡es cojonudo! nos obliga a exprimirnos, dar más aún de nosotros mismos.

La crisis como estímulo, no como excusa.

Ahí hay unas cuantas ideas más ;)

Pepe dijo...

hay amigo, pero uno ya no es joven y lo que es peor ¡es burgués! levantarse cuesta y más con ganas de pelea.