2 feb 2012

SOLO UN PASO MÁS

Me ocurre muy a menudo entrenando, sobretodo cuando mi estado de forma no es bueno, o cuando no estás cumpliendo los objetivos marcados, que las sensaciones son desagradables y todo molesta: el calor, el frío, el viento, la lluvia, da igual, siempre tienes cerca un pretexto, una excusa que presentar.

Eso por no hablar de los dolores: las piernas, la espalda... incluso en estas ocasiones duelen partes del cuerpo de las que nunca hasta entonces habías tenido noticias. Quizá solo se crearon para molestar en ese momento, quizá no, pero os puedo asegurar que en esa situación no se me ocurre otra utilidad, ¿acaso habría pasado desapercibido ese músculo tantos años si sirviera para alguna otra cosa?

En momentos así, es habitual que por mi cabeza aparezca la idea de echarse a un lado del camino y parar a descansar y beber agua. Incluso dar media vuelta y volver por donde he venido: "tirar la toalla".

Bien, lo mejor que puedo hacer en ese momento desde luego es no parar. Por supuesto, no siempre se puede abandonar esa idea, el dolor es intenso y las fuerzas flaquean. Hay que tomar una decisión justo en el momento en que las circunstancias no son precisamente las ideales.

¿Cómo actuar en este caso? Lo que hago es "aplazar" el descanso. "Olvido" que he de llegar al final y me centro en un nuevo objetivo intermedio (1km más aproximadamente), solo llegar ahí y en ese punto volver a decidir. Si consigues hacer esto, logras algo fundamental, me explico:

Esta sensación suele ser pasajera y con un componente psicológico alto, así que si logro ese "mini reto" probablemente hayan disminuido esas sensaciones negativas y sea más fácil avanzar. Incluso muchas veces las sensaciones se van trasformando y convirtiéndose en positivas.

En caso de que éstas no cambien, quizá al alcanzar ese kilómetro más siga habiendo la fuerza suficiente para avanzar otro kilómetro más, en ocasiones se llega así al final. Estas veces, acabo dolorido y fastidiado; uno se plantea si tiene sentido este hobby para pasarlo tan mal. 5 minutos después, la cosa es muy distinta. Al salir de la ducha la sensación que te invade os aseguro que es indescriptible.

Como intento ser realista; hay que decirlo todo, y no siempre uno consigue llegar hasta el final sin parar, corres ese kilómetro me encuentro aún peor y en la fuente más cercana, paro. ¿He conseguido algo? Te digo una cosa, creo que si: eso que me llevo, un kilómetro más fuerte y con más experiencia que si hubiera parado ahí atrás. A mi eso me vale.

Saludos!

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